La Asociación de Examinadores Certificados de Fraude, ACFE (Association of Certified Fraud Examiners) publicó recientemente el Reporte a las Naciones de las cifras y hallazgos definitivas sobre los fraudes en las organizaciones y el perjuicio económico que causa este flagelo.
Algunos alcances sobre el estudio realizado:
Se estiman que las organizaciones típicas pierden un 5% de sus ingresos anuales debido a los fraudes. Aplicado al Producto Bruto Mundial durante el periodo 2009, se estima de una cifra que se traduce en una pérdida potencial de más de 2,9 trillones de dólares. Es claro notar que el porcentaje con respecto al Reporte a la Nación del año 2008 al bajar del 7 al 5% (solo considerado los Estados unidos), no es motivo de satisfacción ya que el montó se incrementó de 994 billones a 2.9 trillones de dólares.
La pérdida por los casos de fraude ocupacional en este estudio fue de US$ 160.000. Casi una cuarta parte de las pérdidas de los fraudes que participan involucró pérdidas de al menos $ 1 millón de dólares.
Detectar los fraudes tomó un promedio de 18 meses antes de ser detectado.
La apropiación indebida de los activos fue la forma más común de los fraudes representando el 90% de los casos, a pesar de que algunos eran costosos, causando una pérdida de 135.000 dólares.
El fraude en los estados financieros llego al extremo opuesto, solo representando el menos 5% de los fraudes, pero causando una pérdida de más de $ 4 millones, lejos de la categoría más costosa; estos hechos de corrupción se encuentran en la mitad de los casos, causando una pérdida de 250.000 dólares.
El fraudes ocupacional tiene la mayor probabilidad de ser detectados a través de “tips” que por cualquier otro medio. Este tipo de hallazgo ha sido constante desde el año 2002 cuando se comenzó a rastrear datos sobre los métodos de detección de fraude. Los tips son el resultado de llamadas anónimas, e-mails u otra clase de comunicación dando a conocer algo ilícito que está pasando en la compañía.
Las organizaciones pequeñas son desmedidamente víctimas de fraude laboral, porque carecen de controles contra los fraudes, mientras que las organizaciones de mayor tamaño son vulnerables a los fraude por artimañas que son diseñados por los mismos ejecutivos y trabajadores.
Los Empleados y ejecutivos de alto nivel fueron los responsables de causar el mayor daño a sus organizaciones. Fraudes hechos por los mismos dueños y ejecutivos son tres veces más caras que los fraudes cometidos por los gerentes y más de nueve veces cometidos por los empleados. Los fraudes del nivel ejecutivo fueron los más difíciles y que llevaron mucho mayor tiempo en su detección.
Los controles internos de lucha contra el fraude parece que están ayudando a reducir el costo y la duración de los fraudes laborales. Las organizaciones que tenían buenos controles basados en mejores prácticas empresariales rebajaron las pérdidas significativamente y redujeron el tiempo de detección del fraude con respecto a aquellas organizaciones que carecen de controles.
Según el estudio las organizaciones más afectadas de los fraudes de manera periódica fueron las empresas de bancas, servicios financieros y las instituciones de la administración pública.
El lado más positivo de este estudio es para los contadores forenses y examinadores certificados en la detección de fraudes corporativos.
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