sábado, 2 de octubre de 2010

Gansos voladores, patentes y educación

Por Humberto Campodónico / La República

Uno de los enfoques que explica el éxito de los países asiáticos dice que, poco a poco, ciertas líneas de producción de bienes se trasladan desde los países más industrializados a otros que los siguen en esa senda, propiciando una nueva división internacional del trabajo. En este enfoque de los "gansos voladores" siempre hay un "ganso líder" (en este caso, fue el Japón), seguido por otros, según su estadio de desarrollo, lo que hace que "vuelen en forma de una V invertida".

Cuando el "ganso líder" avanza hacia industrias más sofisticadas situadas en la frontera del conocimiento técnico y se aleja de la bandada, entonces otro -u otros- ganso ocupa su lugar en la producción, mientras que la retaguardia avanza hacia la mitad de la fila. Y así.
Más allá de las críticas a este enfoque, sí quedan fuera de toda duda dos elementos centrales: 1) que los países asiáticos avanzaron hacia la producción de bienes industrializados con una política de activa alianza entre el Estado y los principales grupos empresariales (los "keiretsu" japoneses y los "chaebol" coreanos).
2) Hubo una fuerte inversión en investigación y desarrollo (I&D), lo que también estuvo presente en los países que se industrializaron en los Siglos 18 y 19. En el siglo 20 eso se dio en Japón, el sudeste asiático (Corea del Sur, Taiwán-China, Malasia y Singapur) y, más cerca, China e India.

En América Latina no ha existido un "ganso líder". Pero sí ha habido esfuerzos por acelerar la inversión en I&D para avanzar hacia la frontera. Así, del 2000 al 2007, dice la Red de Indicadores de Científica y Tecnología Iberoamericana que en México se otorgaron 58,000 patentes, seguida por Brasil con 29,500. (Nota: en EEUU hubo 13 veces más patentes que en todos los países mencionados).

Cuando se ven las patentes por origen, en Brasil las de los nacionales son mucho más numerosas que en México, lo que se atribuye a la fuerte presencia de EEUU (las "maquiladoras"). Incluso en Argentina el número de patentes nacionales supera a las mexicanas.

En Chile y Perú, la cantidad total es mucho más pequeña y las extranjeras también superan ampliamente a las nacionales (las empresas extranjeras solo "registran" aquí sus patentes). Anotemos, también, que en Chile hubo 465 patentes nacionales, mientras que en Perú solo hubo 99. O, lo que es lo mismo, nos ganan por más de 4 a 1.

Para terminar, queda claro que en la Región no ha habido "gansos líderes". También que las políticas de industrialización orientadas (tanto hacia la exportación como al mercado interno) tienen que ser políticas activas y, además, estar acompañadas de la I&D necesaria para avanzar hacia la frontera del conocimiento. Aquí eso brilla por su ausencia, sobre todo porque se privilegia la exportación de materias primas, en detrimento de los sectores productivos (incluso se entrega el mercado interno).

Esa es una de las principales razones explicativas del escaso interés en la educación (incluida la superior) y de la escasa I&D de los industriales nacionales (lo que afecta directamente a las universidades). Salvo mejor parecer.

Michael Jordan: Los consejos para alcanzar el éxito

1. Tener Responsabilidad
“Algunas personas quieren que las cosas se pasen, otras desean que pasen y otras hacen que pasen”
En toda su vida, Jordan ha tenido la honorable cualidad de ser dueño de su propio destino.
2. Intentarlo
“Puedo aceptar fallar, cualquiera falla en algo. Lo que no puedo aceptar es no intentarlo”
3. Sentirse libre
“Falle más de 9000 tiros en mi carrera. Perdí casi 300 juegos. Me dieron la confianza 26 veces de lanzar un tiro ganador y fallé. Falle una y otra y otra vez en mi vida y por eso fui exitoso”
4. Comprometerse con uno mismo
“El juego es mi esposa. Demanda lealtad y responsabilidad y ella me da a cambio realización y paz”
5. Disfruta tu juego
“Solo juega, pásala bien, disfruta el juego”
6. Juega para ganar
“Yo juego para ganar. Durante las prácticas o en los juegos reales. No le permitiré a nada interponerse en el camino de mi competitivo entusiasmo de ganar”
7. Se egoísta y humilde
“Para ser exitoso hay que ser egoísta, si no nunca lo conseguirás. Y una vez llegas al más alto nivel debes ser generoso, mantenerte alcanzable, mantenerte en contacto, no aislarte”
8. Encuentra tu camino
“Los obstáculos no tiene por qué detenerte. Si corres hacia una pared no des la vuelta y te rindas. Averigua como treparla, ve a través de ella o corre alrededor”
9. Crea tus propias expectativas
“Si aceptas las expectativas de otros especialmente las negativas, nunca veras los resultados”
10. Ahora, haz el lanzamiento
“Yo nunca me fije el las consecuencias de perder un lanzamiento… cuando se piensa en la consecuencias siempre pensaras en un resultado negativo”
Fuente: rooperespinozarojas.wordpress.com

Las Buenas Negociaciones

Todo el mundo negocia para resolver diferencias y cada uno de nosotros lo hacemos más frecuentemente de lo que creemos. Cada vez que tratamos de llegar a un acuerdo de la índole que sea, estamos negociando.
Su habilidad para negociar puede influir mucho en su carrera. De hecho algunas de las personas más poderosas del mundo son fundamentalmente hábiles negociadores.
Sin embargo, lo que queremos destacar es que pocas personas negocian bien y contribuyen a que, saber negociar, sea una habilidad escasa. Quizá porque las exigencias suelen ser contradictorias: hay que ser rudo pero sensible, analítico pero flexible. Hay que saber cuándo avanzar y cuándo retroceder.
Por otra parte, no existe un estilo de negociación ideal. Por ejemplo, la participación de varias personas por una de las partes, puede percibirse como una señal de debilidad. Un estilo “vamos a ganar todo lo que se pueda” puede permitirle obtener una ganga, pero también puede producir muchos resentimientos.
¿Qué es la negociación?
El mundo real es una inmensa mesa de negociaciones en la que, nos guste o no, todos participamos. La negociación tiene como objetivo ganarse el favor de gente de la que usted quiere cosas y algunos saben mejor que otros cómo conseguir lo que quieren.
Negociar es saber utilizar la información, el tiempo y el poder. Este último es fascinante. Se trata de la habilidad para conseguir que las cosas se hagan como nosotros queremos.
Los negociadores requieren en un momento dado llegar a un acuerdo con otra persona utilizando elementos de cooperación o competencia. Es importante detectar las condiciones que exige la negociación.
En toda negociación debe haber un conflicto de intereses, una variedad de argumentos y la oportunidad para hacer concesiones. Un conflicto implica que dos personas actúen desde visiones diferentes y, en la misma situación, la vean de forma diferente. Precisamente la comprensión de estas diferencias es una parte fundamental para la resolución de conflictos.
Un negociador debe combinar una actitud fuerte, la habilidad para lograr un acuerdo, el dominio intelectual del problema y la sensibilidad hacia los otros. Saber negociar significa llegar al mejor acuerdo, no a cualquier acuerdo. No hay que precipitar compromisos, ni suponer que lo que uno gane debe obtenerlo a expensas de la otra parte.
Es conveniente que el negociador sepa plantear alternativas y, para ello, deberá evaluar la importancia que tiene para su oponente cada una de las cuestiones en discusión, así podrá estimar cual es la zona de regateo y donde hay probabilidad de llegar a un acuerdo con ciertas concesiones.
La técnica del “tómalo o déjalo” parte de que lo que uno gana debe obtenerlo a expensas de la otra parte, lo cual rompe toda posibilidad de negociación. Sin embargo, la técnica del “regateo” presenta el primer escalón hacia una negociación distributiva.
No hay que confundir una negociación con un debate. En este último, los puntos de vista que se mantienen son diametralmente opuestos y los adversarios solo buscan solo derrotarse. En las negociaciones, los puntos de vista pueden ser diametralmente opuestos, pero los adversarios buscan el acuerdo.
¿Qué es lo mínimo que yo puedo aceptar? ¿Qué es lo máximo que puedo dar? ¿Qué es lo mínimo que debo ofrecer?
Nunca suponga que la otra persona será razonable. No es lógico que un mínimo y un máximo tengan el mismo sentido para las partes.
¿Cómo puede determinar cuáles son los puntos delicados del adversario y evitar tocarlos?  o ¿Cómo puede darse cuenta de lo que resulta en realidad importante para el adversario?.
Haga preguntas. Nunca dejan de asombrar las personas que intentan negociar simplemente planteando sus posiciones y no investigando los deseos de su oponente.
Una de las armas más poderosas de los buenos negociadores es el silencio. A la mayoría de las personas les disgusta el silencio e intentan llenarlo con información, que es precisamente lo que usted desea.
Los malos negociadores o los novatos, con frecuencia revelan mucho más información de la que tienen intención de revelar (o más de la que deberían revelar).
Verifique lo que supone que su adversario comprende. Toda vez que dé alguna información significativa verifique que la comprende bien.
De las reglas anteriores, la más importante es hacer preguntas. Comience con preguntas abiertas, después afine las respuestas con preguntas de seguimiento. Continúe haciendo preguntas hasta que sepa todo lo que desea. El propósito, que no debe perder de vista, es determinar ¿Qué es lo menos que puede aceptar?
En toda negociación es prudente “descubrir” las quejas del adversario. Es decir, determinar todos los componentes de un desacuerdo determinado. Cuando se han identificado, será posible hacer movimientos (es decir, concesiones).
Se trata de tener la oportunidad de intercambiar concesiones y de buscar otras formas de lograr sus diferentes metas, para ayudarse mutuamente en el logro de un buen trato.
Si usted pretende negociar en forma efectiva, ya sea por usted mismo o en nombre de otro, debe reconocer que no va a ganar “todo”.
Ayude a su adversario a lograr un buen acuerdo. En este caso las partes se retiran satisfechas y existe la oportunidad de conservar la relación en beneficio de ambos.
Alberto Aguelo

5 pasos para conseguir el Liderazgo Emocional

"El Liderazgo Emocional consiste en la capacidad de las personas para desplegar su talento, y el de sus equipos."  -Daniel Goleman,  en  AT-O (Análisis Transaccional aplicado a Organizaciones).
Hoy en día es muy común encontrar a directivos y personal de mandos intermedios que no logran el máximo rendimiento de sus equipos, esto es originado por diversos factores que -en ocasiones- no son fáciles de descubrir.
Algunos líderes empresariales se conforman con llevar a cabo las tareas de siempre, aunque con resultados menos satisfactorios no ven que la capacidad de sus colaboradores está siendo limitada por su falta de Liderazgo Emocional.
A continuación se describen 5 pasos que todo directivo o jefe de empresa debe de hace para considerarse un Líder Emocional de su equipo de trabajo:
1.- Entender cómo se construye la personalidad de un individuo, ya que a partir de este conocimiento, va a comprender muchos aspectos de su propio comportamiento que hasta ese momento le eran desconocidos. Esto le ayudará a comprender la personalidad de sus colaboradores, entender sus actitudes y reacciones y sacar el mayor provecho de ello.
2.- Identificar las formas de comunicación eficaces, y el porqué de su eficacia. Debe aprender a comprender el nivel psicológico de la comunicación, las reglas de la comunicación, y su impacto como forma de reconocimiento.
3.- Comprender las formas en que la comunicación crea conflictos. Identificar las situaciones -propias y ajenas- que generan que se caiga en discrepancia.
4.- Descubrir cuáles son las formas de reconocimiento que le ayudarán a sacar lo mejor de sí mismos y de sus equipos, y que están condicionadas por los impulsores de la personalidad de cada individuo.
5.- Identificar los mensajes de desmotivación que limitan el despliegue del potencial de las personas, así como los nuevos mensajes que podría transmitir a su equipo para motivarlos de nuevo.
Fuente Original: Matti Hemmi Making the invisible visible

El dinero es un medio, no un fin

¿Qué significa ser rico? La riqueza es a veces un tema delicado. Mucha gente tiene interiorizado asociaciones negativas con la palabra “rico”. A menudo escuchará a la gente decir: “El dinero es la raíz de todo mal”, cuando en realidad la cita correcta es “El amor al dinero es la raíz de todo mal.”
La diferencia entre estas dos citas es el amor. Poner demasiada importancia a las posesiones materiales – que ciertamente no te devuelven el amor – lleva a la clase de corrupción que muchas personas han llegado a asociar con “la gente rica.” Pero usted no tiene que tomar ese camino. Usted puede desear cosas materiales, siempre y cuando esté en control de sus deseos.
La clave para llegar a ser rico, en todos los sentidos de la palabra, es el control. Lograr y mantener la autoconfianza sólo le es posible a aquellos que toman el control de sus emociones, sus acciones y sus circunstancias. Una “mujer rica” sabe que el dinero es un medio, no un fin, y utiliza el dinero como un instrumento para lograr metas significativas. Como el padre rico de Robert dijo, “los ricos no trabajan por dinero, hacen que el dinero trabaje para ellos.”
La independencia financiera te permite elegir el estilo de vida que quieres para ti. Ya sea que visualices un estilo de vida lujoso para ti o si prefieres vivir un estilo de vida modesto, tú decides.
A medida que persigues tus objetivos de inversión, es importante mantener el enfoque: Está persiguiendo al dinero no por el dinero en sí mismo, sino por la libertad que el ser independiente financieramente trae. Usted está persiguiendo la tranquilidad e independencia que viene de no depender de un hombre, un trabajo, del gobierno, ni de nadie más para cuidar de ti.
Algunas personas pueden pensar que usted tiene que dejar su moralidad en la puerta cuando persigues al dinero, pero no tienes que caer en este mito. Rico o pobre, siempre puedes optar por hacer lo correcto. El valor duradero que recibe al mantenerse fiel a sus principios, y la libertad que disfruta cuando se es económicamente independiente, no tienen precio.
De Kim Kiyosaki

¿Lo urgente o lo importante qué atiendes tú?

Los cuentos son el lenguaje olvidado que me parece muy imperante rescatar pues ya casi nadie cuenta historias o cuentos con mensajes poderosos a sus hijos o inclusive a sus conocidos. Son una manera metafórica de mandar mensajes poderosos que quedan para siempre en la mente de quienes los escuchan y relatan. Aquí quiero comenzar con esta bella historia que nos relata Jean de la Fontaine y creo que puede asemejarse mucho a la vida de tantos. “La cigarra y la hormiga”…
“Cantó la cigarra durante todo el verano, retozó y descansó, y se ufanó de su arte, y al llegar el invierno se encontró sin nada: ni una mosca, ni un gusano.
Fue entonces a llorar su hambre a la hormiga vecina, pidiéndole que le prestara de su grano hasta la llegada de la próxima estación.
        Te pagaré la deuda con sus intereses; le dijo antes de la cosecha, te doy mi palabra.
        Mas la hormiga no es nada generosa, y este es su menor defecto. Y le preguntó a la cigarra:
        ¿Qué hacías tú cuando el tiempo era cálido y bello?
        Cantaba noche y día libremente  respondió la despreocupada cigarra.
         ¿Conque cantabas? ¡Me gusta tu frescura! Pues entonces ponte ahora a bailar todo el invierno, amiga mía.
No pases tu tiempo dedicado sólo al placer. Trabaja, y guarda de tu cosecha para los momentos de escasez”.
En nuestro tiempo este bello relato sigue lanzando significados a quienes lo leen y ciertamente yo te diría que trabajar todo el tiempo no es la idea literal que debiera interpretarse pues la vida es un instante que podemos llenar de matices y darle balance con diversiones que enriquezcan la existencia en lo que llega el momento de partir. La pregunta que yo te haría hoy es: ¿Te sucede que quieres hacer algo pero no puedes por que no tienes tiempo disponible para ello?, la mayoría de la personas en etapa productiva quisiéramos poder hacer más cosas pero es una realidad que tenemos que administrar nuestro tiempo para poder hacer lo que consideramos más importante.
Otra pregunta sería ¿Tienes muy claro que es lo más importante o haces lo más urgente y no te das tiempo de atender lo importante?, piensa por un momento en tus respuestas…
Si estás aquí viviendo este momento e inclusive utilizando un sistema de comunicación tan particular como la Internet, estás aquí por una gran casualidad o habrá un motivo que justifique tu misma existencia, piensa por un momento que es lo que consideras más importante en tu vida, has hecho alguna vez este análisis de tu vida para contemplar claramente que consideras verdaderamente importante.
Te invito a realizar el siguiente ejercicio anotando en una hoja de papel, así de forma espontánea haz una lista, si una lista de lo que venga a tu mente ve anotando 11 cosas o aspectos de tu vida que consideres importantes, vamos anótalos, selecciona once de ellos. Ya que los tengas ahora te pido que le asignes un diez al que consideres como el más importante, este evento o cosa que anotaste será el “top ten de tu lista”; ahora ve seleccionando de forma descendente del nueve al cero a todos los demás, ve asignándoles un número, evita empates, solo un número por cada uno de tu lista. Al terminar te sugiero hagas una nueva anotación colocándolos en el orden descendente del 10 al 0 como quedaron calificados por ti mism@. Léelos en voz alta y ahora piensa…
¿Cuánto tiempo le dedicas a cada cosa?
Te sorprenderás al darte cuenta de que casi no le dedica tiempo a lo que ha anotado que consideras más importante, y también notarás que dedicas mucho tiempo a cosas de menor importancia.
Tengo una amiga a la que regularmente, cuando ella me lo pide le doy Coaching (retroalimentación), ella recientemente asumió la dirección de un jardín de niños en la provincia, y hablando con ella fue cuando me surgió la idea de escribir este artículo pues todo lo que ella me platicaba no reflejaba ni alegría ni satisfacción y al hacerle la pregunta de ¿Estás atendiendo lo urgente o lo importante en tu vida?, ella se pudo dar cuenta de lo que estaba sucediendo y las consecuencias lógicas de sus actos.
Las personas consideran a veces su trabajo como una responsabilidad muy importante para sostener a una familia económicamente. Pareciera que nuestro tiempo depende mucho de nuestro trabajo, pero quizá el trabajo no esté como número uno en tu lista de lo más importante, por lo que es necesario planear el tiempo para buscar el equilibrio en la vida, y de esta forma evitar que el trabajo se consuma más del tiempo necesario que debemos dedicarle a lo que consideramos más importante.
Ahora yo te preguntaría a tí para que te respondas con sinceridad ¿Tienes un trabajo o el trabajo te tiene a ti? o si fuera mejor tu caso ¿Tienes una empresa o la empresa te tiene a ti?, quien tiene a quien.
Lo urgente nunca termina, es como el que hacer de una casa, siempre espera y siempre estará ahí; saber administrar el tiempo para poner en tu agenda primeramente lo más importante, te hará sentir mayor placer y aquí es donde podemos encontrar respuesta a ¿Quién puede atrapar al viento y detener el tiempo?
Si la felicidad no es la respuesta a lo que estás haciendo, seguramente has elegido mal y estás atendiendo lo urgente en lugar de lo importante, monitorea tus emociones y te darás cuenta que puedes elegir siempre que tú quieras, aunque te hayas equivocado puedes cambiar de posición y corregir tu camino, puedes elegir sentirte mejor emocional y espiritualmente, solo dos fortalezas son necesarias y ambas habitan en ti: disciplina y perseverancia.
“La peor derrota de una persona es cuando pierde su entusiasmo.”
Víctor Barreda

Coach de vida
Faces Promotoría de Capacitación
www.fashionbook.com.mx
“Eres tal como Dios te creó”

Ventajas del marketing personal

Por: Prensa de El Peruano
Imaginemos solo por un momento tener la facultad de saber exactamente lo que piensa sobre usted su jefe o el gerente general de su empresa y entre otras perlas, sobre su futuro.
Ya casi nos parece oírlo decir: "Este tigre sí que tiene madera para un ascenso". Espectacular, ¿verdad? Ahora bien, después de la emoción, la pregunta del millón sería: ¿y a qué madera se referirá exactamente?,  ¿serán sus sólidos conocimientos técnicos sumados a su "carisma y simpatía"?
La respuesta más probable y fácil sería: debe ser todo junto, pues. Sin embargo, una interrogante algo ácida pero realista sería: ¿acaso no conocemos montones de colaboradores con marcada competencia técnica, con una experiencia digna de un peso pesado y un trato más que amable que, sin embargo, se encuentran estancados en un mismo puesto?
En efecto, estamos rodeados de excelentes personas y buenos profesionales en situaciones que no logran cambiar por más que hacen "bien las cosas".
Para la gerente de desarrollo en Marketing Personal y Profesional, Annie Basetti, este prototipo al que hacemos referencia podría adolecer de una adecuada gestión de su marketing personal y, específicamente, de su imagen profesional.
"Es cierto, suena poco menos que sacrílego colocarnos a nivel de un producto o servicio que requiere ser marketeado. Sin embargo, la verdad es que en cierto sentido sí que lo somos, tanto así que tenemos un valor de mercado de acuerdo con nuestras competencias, trayectoria, logros académicos y cualidades propias", aseguró.
Diferencias
Para Basetti, es el momento de rayar la cancha y diferenciar al verdadero marketing personal y, dentro del mismo, al marketing profesional como una de sus principales áreas.
"No hablamos de unos cuantos retoques cosméticos a la imagen externa del individuo ni del fiel cumplimiento a las reglas de la etiqueta; tampoco a aquella personalidad insufrible que se adjudica méritos propios y ajenos constantemente", precisó.
Agregó que un excelente producto necesita un empaque acorde con su contenido. "No obstante, ni una buena ropa ni el maquillaje perfecto ni las marcas más caras hacen ni magia ni milagros. Hay mucho más, nuestro manejo en las diferentes esferas o dimensiones de la vida nos rodean como el envase tetra pack de nuestro lácteo favorito y proyectan mensajes que cada persona decodifica por su cuenta y riesgo."
En ese sentido, la especialista aseveró que existe un contenido mucho más profundo en el que se requiere lograr destacar conveniente e inteligentemente nuestras mejores cualidades.
"Nos referimos a las habilidades que permiten que una persona use todos sus recursos al máximo de su capacidad y de manera coherente en su interrelación con el mundo que lo rodea, de manera que sus mensajes estén alineados con sus objetivos", apuntó.
Asimismo, dijo, el marketing profesional, como parte del marketing personal, permite trazar un camino hacia el desarrollo profesional deseado y hacerlo realidad. "Si las personas claves perciben la buena madera de la que estamos hechos, nuestra mercadotecnia personal fue la adecuada."
Recomendaciones
1 Regular nuestra visibilidad. Ni tanta que saturemos o ni tan poca que parezca que no estamos.
2 Estudiar los mensajes silenciosos: ¿qué expreso cuando escucho a los demás?, ¿cuando estoy en una reunión? o ¿cuando atiendo una llamada?
3 Hacer un plan de marketing personal basado en un diagnóstico propio y realista.
4 Revisar los nudos críticos que podrían haber en la imagen que generamos en nuestros superiores, pares o y colaboradores a cargo. Los mensajes pueden estar llegando con efectividad a uno u otro sector, pero no necesariamente a todos.

Siete creencias fatales para tu negocio

Tu cerebro puede estar impregnado de ideas mortales para tu empresa. Deshacerte de ellas puede ser la solución para lograr el éxito. ¿Quieres identificarlas? La vacuna para este mal generalizado puede estar a un clic de distancia.

“Algunas ideas son el virus más peligroso; muy resistentes y extremadamente contagiosas”, dice atinadamente Dom Cobb en la película “Inception”, interpretada por Leonardo DiCaprio. Como se describe en la cinta, el cerebro es un aparato muy poderoso, para bien o para mal. Durante nuestro crecimiento y con ayuda de nuestros familiares y amigos, heredamos una serie de creencias a las que consideramos reales sin cuestionarlas. Sin embargo, estas creencias –en ocasiones archivadas en lo más profundo de nuestro cerebro– determinarán cómo actuaremos frente a ciertas situaciones de la vida e influirán fuertemente en nuestros resultados. El riesgo reside en que si estas creencias están equivocadas o distorsionadas, pueden traducirse en resultados desastrosos para nuestro negocio. Para muestra, he aquí algunas de ellas.

Uno: El dinero no es importante

Si algo no es importante para ti, definitivamente no formará parte de tu vida y viceversa: si algo es importante para ti, seguro estará presente. Por ejemplo, si para ti es muy importante la música, es probable que hayas comprado un reproductor digital o algún celular que te permita almacenar cientos de canciones o probablemente tengas varios aparatos musicales en tu casa; si la música no es importante para ti, entonces es muy probable que no hayas adquirido ninguno. ¿Simple no?


Pues debo decirte que de la misma manera funciona el dinero. Si tienes la creencia de que el dinero es malo o no es importante, entonces simplemente no tendrás dinero. Observa cómo por lo regular las personas que tienen esta creencia están quebradas o siempre han estado en situaciones financieras precarias. Es obvio, el dinero no es importante para ellas, por eso no lo tienen.

Ahora, no se trata de obsesionarse con el dinero ya que en efecto, hay muchas áreas en las que el dinero no funciona. Sin embargo, en el tema empresarial, el dinero es un factor fundamental. El dinero te permitirá mantener y crecer tu negocio, alcanzar tus sueños y sobre todo, generar bienestar para ti y para tus colaboradores así como para sus familias. El empresario hace un bien a la sociedad al generar empleos y en este contexto, el dinero es factor fundamental. Así que ten mucho cuidado con tu actitud hacia el dinero. Dale el respeto e importancia que éste merece.

Conclusión: El dinero importa mucho en los negocios.

Dos: “Para que un empresario gane alguien tiene que perder”

En México tendemos a creer que aquel empresario que se hace rico siempre lo hace a costa de los demás, como si la economía fuera un juego se suma cero: para que alguien gane otro tiene que perder. Esto es totalmente incorrecto y es dañino para nuestra cultura empresarial y para la sociedad en general.

Comencemos entendiendo una cosa: el dinero es infinito, así es… infinito. En el siglo pasado, el dinero en circulación estaba respaldado por lingotes de oro en los bancos centrales así como por otras monedas como dólares o libras, por lo que es natural pensar que había un límite en cuanto a la cantidad de dinero que podía circular. Sin embargo, esto ya no es así. Desde hace algunas décadas, el dinero está respaldado por la percepción y la confianza de los mercados; los lingotes ya no existen. Diariamente ocurren millones de transacciones electrónicas que suman cantidades estratosféricas de dinero, y los bancos no mueven ni un sólo billete de sus bóvedas. Es la confianza en los sistemas legales, bancarios y económicos de los países lo que hoy garantiza el valor de una moneda. Por esta razón, los gobiernos constantemente están imprimiendo más dinero.

Conclusión: No tienes que quitarle a alguien su dinero para hacerte millonario.

Tres – “A ojo del amo engorda el caballo”

Esta es una de las frases más comunes y equivocadas que existen en nuestra cultura empresarial. Si esto fuera cierto, ¿cómo le hicieron entonces los dueños de McDonald’s, Pizza Hut, WallMart o cualquier franquicia o cadena de negocios para abrir miles de sucursales alrededor del mundo y operar todas de manera simultánea? ¿Cómo le hacen los grandes empresarios para manejar cientos de negocios y seguir creciendo?

Son los sistemas y procesos de negocio los que te permiten operar varios negocios de manera simultánea, sin la necesidad de estar micro-manejando a tu personal para garantizar la calidad. La tecnología te ayuda a controlar de manera remota lo que sucede en tu empresa, así como automatizar gran parte de tus procesos, para que puedas tener una, dos o mil sucursales.

Conclusión: busca que tu negocio funcione sin ti. Para eso sirven los sistemas.

Cuatro. “Si quieres que algo se haga bien, tienes que hacerlo tú mismo”

Para muchos empresarios, no hay nadie en la empresa que pueda hacer las cosas mejor que ellos. Normalmente quien tiene esta creencia ha construido lo que algunos autores han definido como un “autoempleo”, es decir, la persona ha avanzado lo suficiente como para proveerse de un trabajo a sí mismo (y quizá a un par de personas más que figuran como sus asistentes) pero el dueño sigue siendo el experto. “Yo trabajo para mí mismo” o “soy mi propio jefe” son frases comunes de las personas que están en esta situación.

Sin embargo, si lo analizamos con un poco de profundidad, son el peor jefe que han tenido: trabajan largas jornadas (mucho más de 8 horas diarias y a veces sin descanso los fines de semana), en ocasiones no reciben su salario completo y si algo sale mal corren con todos los riesgos. Adicionalmente, el día que llega una enfermedad que les impide trabajar… dejan de tener ingresos cuando más lo necesitan (si se enferma el experto entonces quién hace el trabajo). Visto de esta forma, “trabajar para uno mismo” es el peor trabajo que se puede tener, ¿o no?

Sin embargo, el empresario que todo el tiempo está haciendo las cosas por el mismo, es simplemente un empleado.

El problema es que no se ha comprendido que la labor de “el empresario” ya no es realizar el trabajo, sino crear un sistema que permita entregar el producto con ciertos estándares de calidad. Es decir, no es lo mismo hacer sándwiches que desarrollar un negocio de sándwiches. Mientras que el primero se limita a la cocina y de cómo combinar correctamente los ingredientes (el jamón, el queso, la mayonesa, etcétera), el segundo debe encargarse no sólo de esto, sino de todo el proceso de producción, comercialización y distribución (quién hace los sándwiches, cómo los hace, quién los vende, en cuánto los cobra, cómo los entrega).

Conclusión: El empresario debe trabajar construyendo el negocio y no para el negocio.

Cinco. “Que el negocio no funcione… no es mi culpa”

La economía, el gobierno, la globalización, los empleados, la competencia… siempre tendemos a culpar a otros de lo que nos sale mal en los negocios. La realidad es que los únicos culpables somos nosotros mismos; si, en efecto, nosotros. He aquí la prueba: somos nosotros los que decidimos qué productos vendemos, somos nosotros los que decidimos a qué precio los vendemos; en qué plazas los vendemos; a qué mercado lo vendemos; con quién nos asociamos; a quién contratamos, y cuánto pagamos, sólo nosotros.

Sólo nosotros creamos nuestro éxito o nuestro fracaso. Para poder triunfar primero tenemos que asumir la responsabilidad de todo lo que sucede en nuestra vida, porque una vez que comprendemos esto y lo aceptamos de corazón, entonces entendemos que está en NOSOTROS “el poder” cambiar nuestra situación. Si nosotros somos los responsables de nuestro destino, entonces nuestro destino puede ser ¡EL QUE NOSOTROS QUERAMOS!

Conclusión: toma control de tu vida y define tu propio destino.

Seis. Crecer el negocio es difícil y me traerá más problemas

Hay por ahí una frase que dice: “no existen problemas grandes, sólo personas pequeñas”. Es cierto que una empresa más grande traerá consigo nuevos desafíos, pero también mayores satisfacciones y beneficios. No es sólo una cuestión de orgullo personal, sino una necesidad. Las empresas, hoy en día, necesitan salir de su zona de confort y volverse más competitivas. Los mercados cambian rápidamente y la competidores son cada vez son más capaces. Al igual que las personas, un negocio nunca permanecerá estático: o crece o desfallece.

¿Pero cómo crecer sin que se vuelva una pesadilla? Quizá la respuesta radique en las principales obligaciones que debe tener cada nivel jerárquico en la empresa. Dejemos claras estas responsabilidades: una persona técnica (la base de la pirámide) no puede más que administrar cómo hace su propio trabajo; un gerente debe administrar el trabajo que hacen las personas que están a su cargo para hacerlas productivas.

Sin embargo, la principal labor del empresario (y en donde muchos empresarios inicialmente fallamos) es comunicar y motivar a nuestros gerentes y colaboradores para que juntos logremos concretar la visión del negocio. No estamos hablando necesariamente de más trabajo, sino de un trabajo muy especial que sólo el dueño de negocio puede ejecutar. ¿Cuánto tiempo has pasado en este año pensando en tu visión y comunicándola a los demás? ¿Estás haciendo realmente el trabajo que te corresponde?

Conclusión: la principal labor del empresario consiste en motivar a sus colaboradores para concretar su visión.


Siete. Los libros de desarrollo personal son un fraude

Esta quizá esta sea la más peligrosa de las distorsiones que pueden existir en nuestra mente, ya que precisamente esta creencia te impedirá cambiar todas las demás. Muchas personas piensan que un libro de desarrollo personal tiene que ver con técnicas mágicas para mejorar o hacerse millonario. Ésta no es la realidad.

Existen muchos libros serios que te ayudarán a poner tu negocio en perspectiva; incluso te describirán algunos de tus problemas y sus posibles soluciones. El camino del empresario ya se ha andado muchas veces. El conocimiento está disponible a cambio de unos cuantos centavos y tiempo de tu parte. Con este tipo de lecturas, entenderás que el éxito tiene dos factores clave: el conocimiento de los negocios y la actitud o mentalidad hacia ellos. Sin la actitud y el conocimiento adecuado, será difícil que llegues a tus metas.

Los libros son fuente de ideas muy útiles en la generación de estrategias y procesos empresariales. Además nos ayudan a reforzar nuestra cultura empresarial y quitarnos de encima precisamente las ideas equivocadas que nos limitan. Leyéndolos aprenderás valiosas lecciones de grandes empresarios. Por citar a algunos autores: Brad Sugars, Michael Gerber, T Harv Ecker, Brian Tracy, Robert Kiyosaki, Napoleon Hill, W. Clement Stone, entre muchos otros. Busca sus libros, aprende y vacúnate contra las ideas equivocadas; esta es la única manera de crecer como empresario.

Conclusión: Más lectura reflexiva y menos televisión.
 

¿Conoces otras creencias erróneas o limitantes? Me encantaría recibir tus comentarios. No me resta más que desearte mucho éxito en tus negocios.

Diego Bañuelos es Licenciado en Computación por la Universidad Autónoma Metropolitana y cuenta con un posgrado en Planeación Estratégica por la Universidad Anáhuac. Su área de especialidad se relaciona con la creación y distribución de productos de software comercial y con la optimización de procesos empresariales utilizando la tecnología. Actualmente se desempeña como Director General de Grupo BFX, firma especializada en estrategias de comercialización a través de Internet. Twitter: @diegobanuelos

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