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martes, 15 de marzo de 2011

MIDDLE MANAGEMENT – PILAR CLAVE


Cada vez más, las empresas ven a la gerencia media desde una perspectiva estratégica y de sucesión. Las competencias fundamentales que un gerente desarrolla en esta fase de crecimiento son: planificación estratégica, liderazgo y ejecución. Esto debido a que los gerentes de este nivel son responsables de planificar el logro de los objetivos, implementar las estrategias de negocios, comprometiendo a su gente a hacer que los resultados se obtengan de manera efectiva, y la mayoría de los casos es casi imposible que no entren al proceso de ejecución En otras palabras, conforman un pilar clave para el funcionamiento y crecimiento exitoso de las organizaciones.

Pilares

Puntos clave a tener en cuenta:

1. Son ellos quienes traducen y trasmiten la estrategia de la empresa a los trabajadores de menor nivel para que se ejecute con excelencia., El poder de traducción y comunicación que logren es fundamental.

2. La gerencia media tiene un mayor contacto con el mercado, con ello captan necesidades que muchas veces los altos directivos no ven.

3. Tienen contacto profundo con su gente, captan las necesidades de sus colaboradores. Actúan como gerentes de recursos humanos para sus equipos, tienen la responsabilidad de entender sus necesidades o problemas, motivarlos y velar por su crecimiento.

Retención

Para retener a la gerencia media, se sugiere:

1. Implementar programas de desarrollo de carrera y líneas de sucesión. Las personas se sienten motivadas cuando conocen que existe una línea de crecimiento establecida.

2. Apostar por el potencial y menos por la experiencia. Hemos visto a las organizaciones perder talento y futuros líderes por negarles la oportunidad de liderar proyectos.

3. Implementar programas de retención económicos, programas de maestría, retención, entre otros.

4. Enriquecer la experiencia de sus colaboradores a través de pasantías en diversas oficinas del mundo. La experiencia internacional los motiva.

Por: Diego Cubas, Gerente General de CL Selection

Fuente: http://www.infocapitalhumano.pe/articulos.php?id=184&t=middle-management-pilar-clave


Como conseguir entrevista de trabajo

Seis meses es el tiempo promedio de recolocación de un ejecutivo en el Perú. Esto lo estimamos en base a nuestros contactos con ejecutivos, así como la información que recibimos de las principales empresas de outplacement que operan en el Perú y otros países de la región latinoamericana. Nota que este tiempo implica una labor a tiempo completo en la búsqueda de trabajo.
Hay varios factores que influyen en el hecho de que algunos se recoloquen antes de este tiempo promedio. Algunos de estos factores, como la coyuntura económica del país, no dependen del candidato. Otros sí dependen directamente de su gestión en su búsqueda laboral. Este artículo provee consejos para aumentar la efectividad de los candidatos en búsqueda de empleos a través de: i) la generación de un plan de acción enfocado y ii) el  desarrollo de las habilidades de negociación y ventas de los candidatos.
Generemos una estrategia y un plan de acción
En AB INAC estimamos que en el Perú:
- El 40% de las búsquedas a niveles gerenciales se lleva a  cabo siguiendo un proceso estructurado  y formal que comprende una convocatoria masiva  de candidatos, un proceso de evaluación estándar, la preselección de una terna finalista, etc. Estos procesos gozan de esfuerzos proactivos para encontrar a candidatos que encajen en el perfil deseado al 100%. La empresa contratante tiene una necesidad específica que cubrir e invierte horas-hombre y dinero en encontrar a alguien con un perfil específico. Sólo se conformarán con una persona que se ajuste cuando menos al 90% del perfil deseado.
- El 60% restante son búsquedas que se cierran con menos de tres candidatos en el proceso. Muchas de éstas con un candidato único. No siguen un proceso formal y no hay una convocatoria masiva. Muchas de estas posiciones no existen hasta que el candidato se presenta y sugiere su inserción en el puesto. Otras son puestos que se declaran vacantes al conocer al candidato a contratarse.
Dada la naturaleza de la información anterior, nos es imposible obtener la data exacta. Lo cierto es que estos estimados sí nos permiten generar una estrategia y un plan de acción basado en estos dos grupos.
1.     Estrategia y plan para posiciones con procesos estructurados:
La estrategia del francotirador. Dado que estamos hablando de procesos de búsqueda estructurados (ya sean manejados por empresas de executive search o por el departamento de RRHH de la empresa cliente), te conviene aplicar a aquellas oportunidades en las que piensas que encajas en el perfil en cuanto menos un 90%.  Esto no es la clase del proceso que se cierra hablando únicamente de competencias transferibles, tu alta capacidad de aprendizaje o tu motivación por el puesto. Estos procesos se cierran demostrando que tienes la experiencia específica para el puesto porque ya lo has hecho antes.
Aplicar a posiciones en las que no encajas cuando menos al 90% es un trabajo ocioso, ya que muy rara vez ganarás la posición considerando la convocatoria masiva y proactiva (vía head-hunting) de estos procesos.
Esto implica que debes seguir un proceso intensivo de recopilación de información. También implica que estos esfuerzos te llevarán a aplicar a muy pocas posiciones. Por eso el nombre de francotirador: observas y esperas el momento preciso para con la menor cantidad de aplicaciones (municiones) lograr tu objetivo de conseguir trabajo.
El plan de acción del francotirador. Es crucial establecer sistemas que te mantengan informado de las oportunidades vigentes. En muchos casos, la internet te permite manejar esto con eficiencia. En otros es necesario un plan sistemático de contactos telefónicos o visitas. Algunas acciones sugeridas:
a)      Envía tu CV y contáctate con las principales empresas de executive search en el Perú. Las Páginas Amarillas o la guía de capital humano (http://www.infocapitalhumano.pe/) proveen información completa de las empresas que operan en este rubro. Una vez establecido el contacto, fija un cronograma para recontactar a estas empresas y recordarles de tu existencia e intenciones.
b)      En el pasado, las bolsas de universidades y maestrías se utilizaban únicamente para posiciones de niveles bajos y medios. Hoy no es así. Consigue acceso a las bolsas de trabajo de las principales maestrías y universidades del Perú (no te limites a aquellas de la maestría donde estudiaste). La mayoría de estas bolsas permiten suscribirse a un boletín diario que informa de posiciones nuevas.
c)       Repite la operación anterior con las bolsas de trabajo de las principales empresas donde te interese trabajar. Para asegurarte de incluir a todas las empresas relevantes, asesórate de un listado confiable como el que emite el libro Las Top 10,000  principales  empresas del Perú, las Páginas Amarillas, los reportes de Conasev, el ANDA (Asociación de Anunciantes del Perú), o cualquier listado que se relacione con el rubro de tu interés. Considera también las oportunidades listadas de Linkedin.com y otras redes sociales.
d)      Revisa la información publicada en el diario El Comercio los días domingos.

2.     Estrategia y plan de acción para procesos no estructurados: networking
La estrategia de Rambo. Estás en búsqueda de procesos de selección “ocultos”, que en muchos casos sólo existen en la cabeza del potencial jefe o que se generan durante una conversación (o inclusive a posteriori). Algunos ejemplos de las razones que generan esta clase de procesos son:
-           Se evalúan nuevas líneas de negocio.
-          Se dividen departamentos enteros en dos o tres subdepartamentos para una mejor administración.
-          Se crea un nivel adicional en las escalas de jerarquía para la mejor administración de un negocio que creció aceleradamente.
-          Se decide reubicar o remplazar  a un ejecutivo que había tenido una performance cuestionable. 
A diferencia de los procesos estructurados, en esta clase de contactos no se sigue un proceso formal con un número grande de candidatos. Se apuesta por el dinamismo y la rapidez. Típicamente sucede que un gerente  general toma una decisión rápida y desea evitar los negativos de correr un proceso formal: carga laboral para RRHH, el costo de una empresa de executive search,  meses sin resultados, el riesgo de que el personal de la empresa o los clientes se enteren y traten de influenciar en la decisión, etc. 
En los procesos no estructurados, las posiciones se crean en una reunión entre el candidato y el contratante. La única manera efectiva de dar con estas oportunidades es a través de contacto personal: desarrollando tu red de contactos a través de entrevistas informativas.
Una entrevista informativa es una reunión de 15 minutos a la que acudes con el objetivo de lograr cuando menos dos entrevistas más con contactos de la persona que te recibe. Los primeros cinco minutos hablas de ti: qué has hecho y qué clase de posición buscas (idealmente muestras tu CV). En los siguientes 10 minutos te abocas a entender la experiencia de la persona anfitriona en la empresa en la que trabaja (para ver si esa empresa tiene una vacante como la que buscas) y tratar de generar cuando menos dos reuniones más con gente que el entrevistador conozca.
La clave para que esto funcione es ejecutarlas con profesionalismo, es decir, ser enfocado, sincero y puntual. Sólo así los entrevistadores se sentirán cómodos de referirte a su red de contactos. De esta manera vas de persona en persona hasta que des con alguien que se interese en tu perfil. En ese momento, el objetivo de la reunión cambia y se convierte en una entrevista de trabajo.
Mientras más entrevistas informativas generes, mayor oportunidad de que éstas se conviertan en entrevistas laborales. De ahí el nombre de la estrategia Rambo en contraste con la del francotirador. En este caso disparas a todo lo que se mueve. Tu gasto de munición es alto pero economizas todo el tiempo de espera para llegar en el tiempo exacto a hablar con la persona exacta.
El plan de acción de Rambo:
  1. Haz una lista de todas las personas que conozcas. Agrúpalas por el tipo de relación que tengas con ellas: universidad, colegio, trabajos anteriores, clubes, parientes, amigos de amigos, proveedores (como tu dentista, médico de cabecera), vecinos.
  2. Pide reuniones informativas con cada uno de los anteriores y cumple con generar cuando menos dos entrevistas adicionales por contactos.
Seguir este proceso de manera estructurada permite en muchos casos conseguir oportunidades laborales mejor remuneradas que en procesos estructurados, ya que la competencia es menor.
Armonización de estrategias y planes
En un primer momento, te recomendamos destinar el 100% de tu tiempo a los procesos estructurados. Esto porque esos procesos ya existen y son inmediatos. En menos de dos semanas de trabajo deberías haber sido capaz de registrar  todas las fuentes de oportunidades y sistematizar tu interacción con estas fuentes para mantenerte actualizado. De ahí en adelante no será necesario que dediques más de 20 minutos al día a este tipo de procesos, revisando únicamente que no se hayan generado nuevas oportunidades. Es importantísimo respetar la regla de oro con este tipo de proceso: Sólo postula cuando veas que encajas cuando menos en un 90% con el perfil.
Una vez cubierta la primera fase con los procesos estructurados, puedes dedicar el resto del tiempo al networking vía entrevistas informativas.
Consejos adicionales
  1. La necesidad de información: Es crucial que durante tu búsqueda de trabajo te mantengas alerta a la información de tu entorno. Desde lo más genérico a lo más específico: desde leer el periódico para enterarte qué pasa con la economía y la política del país hasta buscar información específica en internet y otras fuentes de las empresas a las que vas a postular y las personas que te van a entrevistar. Esto te informa de oportunidades coyunturales en empresas y te permite ser más atinado al solicitar entrevistas informativas o de trabajo.
  2. Busca exhibir tu producto: En este caso tú eres el producto. Sal a comer a lugares concurridos, anda a reuniones, a presentaciones, etc. Muy frecuentemente en estos lugares se escucha de oportunidades laborales. 
  3. CV a la medida: No utilices siempre el mismo CV. Adapta tu CV para cada persona y puesto al que te presentes destacando tu experiencia relevante para ese puesto y empresa.
  4. Positivismo: Cada interacción debe venir acompañada de un aura de positivismo. Muy pocas personas toleran al gruñón que los busca para hablar mal de su empleador actual o antiguo empleador. Es mucho más reconfortante reunirse con una persona a la que le va bien, pero que busca una mejora o que a pesar de estar desempleada mira el vaso medio lleno. El cerebro humano funciona por asociaciones. Si hablas de cosas negativas, consigues que asocien tu recuerdo con un sabor amargo.
  5. Vanidad: La vanidad puede ser tu enemigo. Algunos tienden a mirar hacia abajo a sus entrevistadores filtro en procesos estructurados. Otros miran hacia abajo a contactos de networking que no resultan tener un nivel jerárquico alto en la organización donde trabajan. Estas acciones no terminan en nada productivo. En la mayoría de los casos separan a los candidatos de los procesos de selección o restringen el alcance de su networking. Sé humilde.
  6. Cover letters o cartas de presentación: En otros países se estila acompañar una carta de presentación al CV. Esta explica tu motivación por el puesto, tu conocimiento de la empresa y tu objetivo de búsqueda. En el Perú, esto podría ser demasiado. Corres el riesgo de que simplemente no la lean. Recomendamos sintetizar la info de la carta de presentación en un párrafo de no más de tres líneas que incluyas en el e-mail en el que envías tu CV.
http://blogs.semanaeconomica.com/blogs/factor-humano/posts/como-conseguir-entrevistas-de-trabajo#ixzz1GioIvkkD

miércoles, 9 de febrero de 2011

Felicidad Interior Bruta: ¿El dinero da la felicidad?

"El que diga que el dinero no puede comprar la felicidad es porque no sabe dónde ir de compras". Éste es un texto que se puede leer en muchas pegatinas y camisetas. Pero, ¿cuál es exactamente la relación entre dinero y felicidad?

Por un lado, la relación resulta obvia. Nadie puede negar que tener suficiente dinero para cubrir las necesidades básicas –alimentos, abrigo y vivienda- te hace más feliz, o al menos te libera del estrés que conlleva vivir bajo serias restricciones. Y cuanto más dinero tienes, más cosas que te proporcionan felicidad puedes comprar, ya sea el iPhone4, un coche nuevo o una bufanda de cachemir. Por otro lado, esos objetos materiales no suelen proporcionarnos la misma felicidad que, por ejemplo, pasar la mañana con tus hijos en la playa o mantener una buena conversación con un viejo amigo.

"La relación entre dinero y felicidad es complicada", dice Ed Diener, profesor emérito de Psicología en la Universidad de Illinois, que investiga sobre temas de cuantificación de la felicidad. "A igualdad de condiciones, tener más dinero siempre va a ser bueno. Pero aunque el dinero te puede hacer más feliz hay cosas que introducen complejidad en dicha correlación".

Efectivamente, tener más dinero nos hace más felices, pero la felicidad también depende de otras cosas, como vivir -o no- en un país económicamente avanzado, el modo en que gastas tu dinero, cómo comparas tu riqueza con la de los demás o qué importancia le concedes a tu tiempo.

En la década de los 70 se podían contar con los dedos de una mano los investigadores que estudiaban el tema de la felicidad humana, y existían muy pocos datos fiables que cuantificasen el bienestar individual o nacional. Por aquél entonces los estudios sugerían que por encima de determinado mínimo los ingresos sólo tenían un modesto efecto sobre la felicidad. En cualquier sociedad la gente rica era más feliz que la gente pobre, pero los ciudadanos de países ricos no eran mucho más felices que los ciudadanos de países de riqueza media e incluso pobres. Este resultado, conocido como la Paradoja Easterlin en honor de Richard Easterlin, el economista que observó esta relación por primera vez, sugería que era el ingreso relativo –y no absoluto- el que estaba vinculado a la felicidad. En otras palabras, lo que importa es tener lo mismo que el vecino.

Las investigaciones sobre la felicidad han recorrido mucho camino desde entonces. Hoy en día se dispone de mejor información y muestras mucho más representativas para cuantificar tanto los niveles personales como nacionales de felicidad. Asimismo, mucha más gente trabaja en este campo –desde economistas a sociólogos y psicólogos-, y ahora la mayoría están de acuerdo en el fuerte vínculo existente entre el nivel de desarrollo económico de un país y la felicidad de sus ciudadanos.

De hecho, los líderes políticos –incluyendo el primer ministro británico David Cameron y el presidente francés Nicolás Sarkozy-, han declarado que puede que la felicidad sea la clave para mejorar el modo en que se cuantifican los estándares de vida de un país. En su opinión, en lugar de tener en cuenta únicamente el producto interior bruto -la cantidad de bienes y servicios producidos en el país-, también deberían considerarse otros factores como el grado de satisfacción que tienen los ciudadanos con sus vidas.

No obstante, resulta muy complicado precisar la conexión entre dinero y felicidad, aunque sea una definición muy sencilla e universal. Algunos críticos señalan que averiguar cómo determinar el éxito de un país a través de su bienestar resultaría igual de complicado.

País a país

Los profesores de Empresa y Políticas Públicas de Wharton Betsey Stevensony Justin Wolfers, y el estudiante de doctorado Daniel Sacks han desenterrado todos los estudios multinacionales sobre bienestar a los que han tenido acceso y los han cruzado con las estadísticas internacionales sobre desarrollo económico disponibles. Los datos recopilados por este equipo cubren un total de 40 años, 155 países y cientos de miles de individuos. Los resultados muestran que "existe una relación robusta entre el bienestar y el desarrollo económico", explica Wolfers. Esta investigación está publicada en un artículo titulado "Subjective Well-Being, Income, Economic Development and Growth" (“Bienestar, renta, desarrollo económico y crecimiento subjetivos”).

El dinero está estrechamente asociado con el bienestar, un resultado que se sostiene cuando se compara la felicidad de dos individuos dentro del mismo país -donde uno es el 10% más rico que el otro-, o la felicidad media de dos países –donde la renta per cápita de uno supera en un 10% a la del otro-. "La paradoja de Easterlin intuitivamente tiene sentido, pero parece ser que los resultados obtenidos en las investigaciones sobre felicidad del pasado no eran hechos, sino más bien cosas que deseábamos que fuesen ciertas", señala Wolfers. "Se trataba de una hipótesis tremendamente tranquilizadora; nos permitía dormir mejor por las noches sin preocuparnos por el sufrimiento humano en Burundi, ya que sugería que la gente en Burundi era simplemente tan feliz como nosotros".

Easterlin, que da clases en la Universidad de Southern California, no se ha retractado. El mes pasado publicaba un nuevo artículo en el que concluía que en 37 países del mundo, pobres y ricos, los niveles de bienestar no habían aumentado al mismo ritmo que sus niveles de renta en el largo plazo. Así, en Chile, China y Corea del Sur, la renta per cápita se había duplicado en veinte años pero los informes mostraban incluso ligeros retrocesos en los niveles de satisfacción de los ciudadanos con sus vidas.

Sin embargo, Wolfers sostiene que el crecimiento económico contribuye a financiar las inversiones en investigaciones científicas asociadas a vidas más saludables y longevas. Wolfers señala varios indicadores económicos que tienen una fuerte correlación con lo que la gente entiende por bienestar. La mortalidad infantil es uno de ellos. En Estados Unidos la probabilidad de que un recién nacido fallezca antes de los cinco años ha disminuido considerablemente a lo largo de los últimos 50 años: hoy en día la probabilidad es 7,8 por cada mil nacidos, mientras que en 1960 dicha cifra era del 30 por mil. En Burundi, uno de los países más pobres del mundo (y que está situado en las últimas posiciones en todos los ranking sobre felicidad en el mundo), la mortalidad infantil en la actualidad es 166,3 por mil, según datos del Banco Mundial.

En los últimos 30 años, la esperanza de vida en Estados Unidos ha aumentado prácticamente un año cada década. Hoy en día, si los patrones de mortalidad actuales se mantienen, se espera que un recién nacido estadounidense por término medio cumpla los 78,44 años (en 1970 dicha cifra era 70,81 según el Banco Mundial). En Burundi la esperanza de vida media es 50,43.

"Se han producido diversas transformaciones", dice Wolfers. "La mayor productividad de Estados Unidos significa que disponemos de opciones que nuestros amigos de Burundi no tienen. Y dichas elecciones están a nuestro alcance gracias a nuestro mayor nivel de compra".

En opinión de Wolfers, la renta relativa es importante, pero sólo en los extremos. "Parece que lo único que nos importa es tener lo mismo que el vecino. Pero si el vecino vive en un país rico y tú también, los dos estáis más felices de lo que estarías viviendo en un país pobre. Los niveles de desarrollo económico son muy diferentes de país a país. La pequeña satisfacción que sientes cuando superas al vecino realmente no tiene importancia en un país como Burundi, donde tu preocupación es que tu hijo se está muriendo".

No obstante, a la gente lo que le preocupa es su posición y estatus relativo. Según Sonja Lyubomirsky, profesora de Psicología en la Universidad de California, Riverside, que estudia el bienestar humano, en Estados Unidos las comparaciones y juicios relativos importan mucho. "Las investigaciones sugieren que sólo cuando te recortan el sueldo, o pierdes tu trabajo, te muestras considerablemente menos satisfecho con tu vida", explica. "Pero cuando todo el mundo empeora tus niveles de satisfacción siguen más o menos igual".

Un conocido estudio de hace una década revelaba que la gente prefiere vivir en un mundo en el que su salario anual fuese 50.000 dólares y el de los demás 25.000, que en un mundo en el que ganase 100.000 dólares y los demás 200.000. "Para algunos este resultado muestra el lado oscuro de la naturaleza humana, pero para mí revela una verdad demasiado humana: nos preocupan más las comparaciones sociales, estatus y posición que el valor absoluto en nuestra cuenta bancaria o nuestra reputación", señala Lyubomirsky.

Pero independientemente del dinero que tenga cada uno hay estrategias de consumo que maximizan nuestra felicidad individual. Por ejemplo, gastar dinero en los demás, bien sea un acto filantrópico o invitando a un amigo a comer, nos hace más felices que gastar dinero en nosotros mismos. Gastar dinero en cualquier cosa que fomente el crecimiento personal –clases de francés o de cocina-, o en actos sociales suele hacernos más felices que gastarlo en aventuras en solitario.

Gastar dinero en muchas pequeñas cosas en lugar de una única cosa grande también nos hace más feliz. "El motivo es que si gastas tu dinero en una sola cosa de gran valor te acostumbras, pero con muchas cosas de pequeño valor se producen más periodos de adaptación así que la felicidad dura más tiempo", dice Lyubmirsky.

Gastar dinero en experiencias –por ejemplo un viaje especial-, en lugar de posesiones también nos hace más feliz. "Las experiencias que sean sociales… probablemente se recuerden más y no son comparables", añade. “No sabes si tu vecino tuvo una luna de miel mejor que la tuya".



El enfoque filosófico

No obstante, cuando se pregunta a la gente una variación de la cuestión "¿Qué te hace feliz?", para la mayoría el dinero no ocupa una de las primeras posiciones. Según el profesor de Gestión de Wharton Stewart Friedman, en general, los encuestados suelen responder cosas como cultivar relaciones de calidad con amigos y familia, hacer una contribución positiva al mundo o "tener tiempo para ellos mismos, para recuperarse y rejuvenecer".

Friedman, cuyas investigaciones se centran en la intersección entre el comportamiento organizativo y la integración familiar y laboral, da clases sobre liderazgo a partir de su experiencia de dos años en Ford. En las clases guía a estudiantes a través de diversos ejercicios para que identifiquen cuáles son sus principales valores y sepan reconocer qué es lo que más les importa; luego les ayuda a averiguar cómo gestionar su trabajo, familia y compromisos con la comunidad para que sus vidas y valores estén en la misma línea. "Los resultados que la gente espera tienen mucho que ver con su bienestar y felicidad", dice. "Quieren contribuir a que el mundo sea un lugar mejor, un lugar más seguro. Reconocen la importancia de las intenciones".

En opinión de Diener, científico senior en Gallup, después está el tema de cómo definen los individuos la felicidad. Este verano Gallup realizaba una encuesta a nivel mundial a más de 136.000 personas en 132 países que incluía preguntas sobre la felicidad y la renta. También había cuestiones sobre su renta y estándares de vida, sobre si sus necesidades básicas de comida y vivienda estaban cubiertas, qué tipo de bienes poseían y si sentían que sus necesidades psicológicas estaban satisfechas. La encuesta incluía una evaluación global de sus vidas, ya que pedía a los entrevistados que evaluasen su vida de diez (la mejor posible) a cero (la peor posible). También preguntaba si se sentían respetados, si tenían familias y amigos con los que poder contar en caso de dificultad, y lo libres que se sentían a la hora de elegir sus actividades diarias.

Los resultados muestran que aunque la satisfacción normalmente aumenta con la renta, las sensaciones positivas que se experimentan en el día a día no siguen necesariamente la misma pauta. "Observando el nivel de satisfacción de nuestra vida –cuando miramos hacia atrás y la evaluamos-, la gente podría decir En general está bastante bien. Estoy casado/a, tengo trabajo, tengo salud. Se puede ver una fuerte correlación en todas partes del mundo entre la renta individual y nacional y los niveles de felicidad", explica Diener. "Por otro lado, cuando estudias la felicidad asociada a determinados momentos -¿disfrutas con tu trabajo? ¿Estás aprendiendo cosas nuevas? ¿Estás pasando tiempo con tus amigos?- entonces apenas existe correlación con el dinero. Esta felicidad está fuertemente asociada con otros factores, como sentirse respetado, tener autonomía y apoyo social o tener un empleo que te llene".

Según Diener, uno de los obstáculos a la felicidad es el "problema de aspirar siempre a algo más", también conocido simplemente como materialismo. "Las aspiraciones crecen tan rápidamente que la gente se siente decepcionada con la cantidad de dinero que gana porque siempre quiere más", señala. "Todos los días vemos en la televisión películas y programas sobre gente que gana un montón de dinero y compra yates de 20 millones de dólares. Es algo que ocurre en todas las partes del mundo; nuestro informe nos dice que en los países en desarrollo hay más gente que tiene televisores que agua potable en sus casas. Los medios de comunicación han aumentado rápidamente las aspiraciones de la gente".

Después también está el tema de cómo has conseguido el dinero, cómo lo gastas y cómo empleas tu tiempo, señala Diener. "Si tienes dinero porque eres el abogado de una gran empresa, trabajando 80 horas a la semana, entonces posiblemente estés cansado. Trabajas muchas horas y en tu vida no tienes mucho tiempo para otra cosa que no sea el trabajo. Posiblemente te gastes tu dinero en una niñera, una asistenta y todas esas cosas que necesitas para permanecer a flote, no realmente en cosas que te hacen feliz".

El tiempo, siempre presente

Cassie Mogilner, profesora de Marketing de Wharton, estudia precisamente este tema. Sus investigaciones se centran en la relación entre el tiempo y la felicidad, y estudia cómo la decisión de una persona de pensar en términos de tiempo –en lugar de dinero- puede influirle de forma que dedicará más tiempo a cosas que le hagan feliz.

En una serie de experimentos, Mogilner analizaba qué ocurría cuando los participantes pensaban sobre el tiempo, incluso fugaz o subconscientemente, y si ello tenía algún efecto sobre su comportamiento y felicidad. El primer experimento se llevó a cabo online. Se facilitaron a los participantes diversas palabras relacionadas bien con el tiempo, con el dinero o neutras, y se les pidió que creasen todas las frases que pudiesen con esas palabras en tres minutos. (Por ejemplo, en el primer grupo los participantes tenían que construir frases con términos como “reloj”, “días”, “horas”, mientras que en el segundo se enfrentaban a palabras como “salud”, “precio” o “efectivo”).

Después, se pedía a los participantes que completasen una encuesta sobre cómo tenían pensado pasar las próximas 24 horas, donde también debían evaluar cuánta felicidad les proporcionaban las actividades señaladas. Aquellos que habían estado en contacto con las palabras vinculadas al tiempo declaraban que pasarían más tiempo socializando con la familia y amigos o bien teniendo relaciones íntimas, actividades que además les proporcionaban más felicidad. Pero aquellos que habían estado en contacto con palabras vinculadas al dinero manifestaban que iban a pasar más tiempo trabajando o viajando para ir al trabajo, actividades asociadas con niveles muy bajos de felicidad.

Un segundo experimento se llevó a cabo en una cafetería muy popular entre los estudiantes universitarios. Cuando los estudiantes entraban se les pedía de nuevo construir frases con palabras relacionadas con el tiempo, palabras relacionadas con el dinero o palabras neutras. Después se les dejaba entrar. Desconocían que en la cafetería había un investigador observando su comportamiento, mirando si estaban hablando por el móvil, enviando un SMS o hablando con otras personas o bien trabajando con sus ordenadores o leyendo algo relacionado con sus estudios.

Al igual que en el primer experimento, aquellos que habían estado en contacto con palabras relacionadas con el tiempo eran más proclives a estar socializando, mientras que la probabilidad de estar trabajando era mayor para aquellos que habían construido frases con palabras relacionadas con el dinero. Cuando los estudiantes abandonaban la cafetería se les preguntaba que cuantificasen su nivel de felicidad en ese momento; aquellos que habían estado socializando eran más felices que aquellos que habían estado trabajando. Los resultados de estas investigaciones aparecen en el artículo "The Pursuit of Happiness: Time, Money, and Social Connection" ("Persiguiendo la felicidad: Tiempo, dinero y conexiones sociales"), publicado en la revista Psychological Science.

La conclusión obvia es que todos necesitamos pasar más tiempo socializando con nuestros amigos y seres queridos para ser más felices, ¿no? No necesariamente, dice Mogilner. "Yo no digo que la gente deba dejar de trabajar. Para mucha gente el trabajo es una fuente muy importante de satisfacción personal", explica. "Pero mis investigaciones indican que, además de nuestras carreras profesionales, también debemos cuidar la familia y las relaciones sociales. En el margen, cuando estamos pensando en trabajar una hora más en la oficina o bien irnos a casa y pasar algo más de tiempo con nuestra familia o amigos, si optas por lo último tendrás más felicidad".

Fuente: http://www.wharton.universia.net/index.cfm?fa=viewArticle&id=2008&language=spanish

Publicado el: 09/02/2011

jueves, 30 de septiembre de 2010

Empleo: ¿Tu Jefe sabe menos que tú?

Usualmente en la oficina las expectativas que tiene uno respecto a su jefe son altas, es decir tiene mayor conocimiento, experiencia y estrategias que hacen valer su puesto. Peró, ¿cómo tratar a un jefe que tiene menos conocimientos y menos experiencia que tú? Patricia Cánepa, DBM Perú, responde que debe hacerse con "con mucho cuidado y respeto."
¿Se ha preguntado por qué su jefe está en dicha posición? ¿Conoce realmente a su jefe, sus antecedentes, sus logros? Quizá hay algo que usted no conoce y podría cambiar su percepción.
Consejos
1. La tarea de su jefe no es saberlo todo. Su tarea es armar un equipo de expertos y liderarlos para conseguir los resultados esperados. Es decir, su jefe puede, efectivamente, conocer menos de los temas que son la especialidad de sus colaboradores, pero él debe tener una visión global y apoyarse en ellos.
2. Conviértase en su aliado. Evite hacerle la pelea o desgastar energías en tratar de demostrar que usted es mejor. Su jefe probablemente lo sabe y lo único que conseguirá es que se ponga a la defensiva y le empiece a generar fastidio.
3. Pregúntese qué tan claro y persuasivo está siendo usted al presentar sus ideas o proyectos. Si usted sabe más, ofrézcale seguridad. Enfóquese en hacer el mejor trabajo posible, presentarlo de la manera más clara, breve y persuasiva para que sea fácil de entender y aprobar.
4. No comente las carencias de su jefe a otros. Así como los jefes no deben comentar cosas negativas sobre sus colaboradores frente a otros, los colaboradores deben guardar el mismo respeto. Usted es parte de un equipo y es importante mostrar una imagen solidaria y cohesionada.
5. Piense en su jefe como su mejor cliente. No se enfoque en lo negativo, rescate lo positivo y piense cómo puede hacer usted para ayudarlo a conseguir resultados. Su jefe se lo agradecerá.
6. Ayúdelo a ser mejor. De manera amigable, sugiera libros, revistas o cursos que le hayan dado resultados a usted.
7. Si a pesar de ello. Sigue descontento, cumpla su trabajo y busque la manera de pasar a otra posición dentro de la empresa o, eventualmente, prepárese para buscar fuera.
Fuente: Gestión

jueves, 26 de agosto de 2010

Cómo triunfar en la vida personal y profesional sin morir en el intento

Es una entrevista muy interesante que habla sobre el ritmo de vida que llevamos en la actualidad por las largas jornadas laborales que parecen incompatibles con una presencia constante en el ámbito familiar, sin embargo, la profesora de ICADE y de la Universidad de Madrid en comunicación y Dirección de proyectos In-Company, Natalia Gómez del Pozuelo, cree que combinando las facetas personales y profesionales pueden lograr el éxito en cada una de ellas. Por eso ella formula utilizar los consejos y fórmulas que utilizamos en el entorno familiar para aplicarlos en nuestra vida profesional, así como las habilidades profesionales y directivas para mejorar la labor como padres. Esto lo dio a conocer en una entrevista con Universia Knowledge@Wharton.


Adjuntamos el archivo de la entrevista, para su lectura.

Gracias

Como Triunfar en La Vida Personal y Profesional y No Morir en El Intento
 

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