1. La fortaleza del líder no reside sólo en valentía o coraje, ya que no es la ausencia de temor, sino la capacidad para sostenerse. Es decir, aún en medio de las circunstancias adversas, recordar su posición e inspirar a otros a ir más allá, alcanzando objetivos juntos.
2. EL líder tiene que tener capacidad de entender los momentos y oportunidades, ser táctico. Las tácticas para lograr un acuerdo son importantes en la medida son oportunas. Implican riesgo y ruptura de paradigmas, mas un líder tiene que ser capaz de entender estos momentos y saber explicarlos a su grupo. No es ceder principios sino ver que los hechos se materialicen para el bien de todos, lo que suele depender de la realidad, el líder pragmático es más oportuno que sólo el que es idealista.
3. Ser plomo en la parte de atrás, dejando que cada quien hable y aporte su posición o ideas para conocer el terreno y saber buscar los consensos. El líder tiene que tratar de no adelantarse o tomar posiciones sin conocer lo que otros piensan o pudieran pensar, de este modo, sostiene mejor sus criterios a la hora de decisiones fuertes, a diferencia de quienes se desbocan por reacciones emocionales. Así, logrará persuadir a los demás en torno a la mejor idea, haciéndolos pensar que era también la suya.
4. Conoce a tus contrarios y aprende de las cosas que les gusta, su historia, su deporte, sus experiencias. De este modo sabrás hacerle ver los puntos que tienen en común y aun en medio de las peores circunstancias sabrás hacerte entender y ser respetado.
5. Mantén a tus amigos cercas y más cerca a tus rivales o contrarios, hazle ver tus encantos y muéstrale tu amistad, a ver como se comportan contigo. Es una manera de tener a raya al enemigo es compartiendo con él y saber que hace dentro de un circulo de influencia que no saber que piensa o hace. Eso dejara claro cuando te agrede o te falta, en contraposición al cuidado que le has proferido y de los amigos, confía sin esperar lealtad 100% ya que ellos tienen sus propios intereses como humanos, y pueden cambiar.
6. La apariencia física ayuda al líder. Es importante, mas es imprescindible contar con una gran sonrisa, que trasmita tu paz y tu capacidad de equilibrio interior, aún cuando puedas experimentar sentimientos de amargura o confusión, esto ayudará a que recobres, si el líder llega a estar dubitativo o rabioso a reencontrar el equilibrio y a que los demás te reconozcan con simpatía o confíen una vez mas en tu propia confianza.
7. La vida nunca es bien o mal en todo momento, nada es blanco o negro. Las decisiones son complejas, hay variados colores y factores a considerar, y siempre hay factores que compiten. Nada es nunca tan sencillo como parece. Siempre preguntarse ¿Cuál es el fin que yo busco? ¿De que factores depende? ¿Pueden ser mis objetivos relacionados a factores que parecen contradictorios? Si es así, es adecuado sopesar cada factor y actuar en consecuencia para no tener que renunciar a ninguno si es posible o conveniente.
8. Dejar de ser el líder, en algún momento también es una forma de seguir siendo líder, ya que la impetuosidad a veces consume el liderazgo, por lo cual es importante la madurez de cómo saber administrarlo. A veces esta madurez llega con lecciones muy duras, por lo cual es importante reflexionar y no extralimitar las ambiciones o pretensiones para acceder o perpetuarse en el poder, y menos si se ha peleado públicamente con estos extremos. Saber reconocer una derrota o saber aceptar el rechazo a una idea y respetar el resultado puede constituirse en ganancia.
Fuente: negociosyemprendimiento.com