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martes, 5 de octubre de 2010

El rol de las incubadoras de negocios en las economías latinoamericanas

Por: Pablo Sepúlveda Zárate - Vie, 01/10/2010
Tras la crisis financiera, las economías de Latinoamérica se recuperan rápidamente. Según un informe de  la Conferencia de Naciones Unidas para el Desarrollo y el Comercio (UNCTAD), el PIB de la región crecerá en promedio un 5% e incluso en algunos países se empinará hasta el 6%. Una de las claves de este fuerte repunte, radica según el mismo documento, en la reorientación de las políticas macroeconómicas aplicadas por los países del continente las cuales permitieron mantener la competividad internacional de los países de este lado del mundo.
Clave en este proceso resulta el rol de las incubadoras de negocios, cuya principal tarea es estimular el desarrollo de nuevos negocios con un fuerte énfasis en la innovación."La inversión en esta área debe ser creciente y fundamental para el desarrollo de un país, tanto en lo económico como en lo social", explica Cecilia Schroder, coordinadora ejecutiva de IncubaUC, sistema de incubación y transferencia de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC).
¿Cuál es el aporte específico, tanto a nivel económico como social, de las incubadoras de negocios de las universidades?
Las incubadoras son claves en el proceso de innovación, emprendimiento y transferencia tecnológica que debe desarrollar una sociedad que tiene como fin mejorar el desarrollo económico y social de un país, es decir aportan a la producción de nuevos conocimientos y también a la creación de empresas generando un positivo impacto en el desarrollo de una nación.
Este proceso permite asimismo, la generación de nuevos puestos de trabajo, nuevas oportunidades y el potenciamiento de la innovación, lo que se traduce en un mejoramiento de las capacidades competitivas de un determinado país.
Por último, las incubadoras han facilitado un mejoramiento de los modelos de negocios, sistemas de financiamiento del emprendimiento, como también se han convertido en un núcleo importante de difusión y de muestra de éxitos.
¿Cómo se benefician los estudiantes de posgrado con las experiencias que nacen de las incubadoras de negocios?
Los estudiantes de posgrado y las incubadoras de negocios se benefician mutuamente en su quehacer, ya que la relación existente entre ambos es muy ventajosa para el proceso de innovación, transferencia tecnológica y emprendimiento.
De este modo, las incubadoras trabajan con estudiantes de posgrado, cuya principal función es la investigación científica y quienes ven en las incubadoras la oportunidad de ser apoyados en sus temas de investigación, con la creciente posibilidad que sus proyectos de ciencia lleguen con mayor facilidad al mercado.
Asimismo, los alumnos de posgrado ven en las incubadoras la posibilidad de emprender su propio negocio a partir de sus investigaciones, ya sea solos o en sociedad con sus compañeros o incluso con sus profesores.
¿Entregan también las incubadoras algunas herramientas, conocimientos y habilidades para la administración de negocios?
Uno de los roles centrales de las incubadoras es desarrollar  metodologías innovadoras que contribuyan al emprendimiento y por consiguiente a la transferencia tecnológica hacia la sociedad.
En este punto es importante destacar que distintos equipos ligados a incubadoras han sido capaces de hacer ofertas atractivas de emprendimiento y gestión a grandes empresas nacionales.
Precisamente, esta es una de las demandas más frecuentes no solo de los emprendedores, sino de las empresas y por eso los equipos vinculados a las incubadoras han generado ofertas atractivas de emprendimiento corporativo y gestión de la innovación en las grandes empresas.
¿Cómo es la realidad de las incubadoras de negocios a nivel latinoamericano, en cuanto a cantidad, calidad y facilidades de acceso?
Chile está a la punta en sistemas por demanda, solo comparable con Brasil que tiene un largo historial de incubación e inversiones que lo posicionan como líder regional.
Sin embargo, creo que en cuanto a metodología y sistemas, Chile está en una posición de liderazgo. Actualmente, hay varios países, como Colombia y Uruguay, madurando en estos temas, e iniciado proyectos en casi todos los países de Sudamérica y Centroamérica.

Nacer Emprendedor I

Schumpeter (1912) ha desarrollado el concepto de “destrucción creativa” para describir la capacidad transformadora del empresario; un individuo “capaz de sistematizar ideas e implementarlas” tiene que poseer la destreza de ver al mundo con ojos diferentes, ser capaz de poder transformar ideas en negocios sobrepasando las dificultades de los cambios y saber tolerar las presiones inherentes a los paradigmas vigentes en su contexto socioeconómico y tecnológico.
En concordancia, para Amar Bhidé (1999) las competencias emprendedoras que transforman «ideas» en «hechos» se focalizan sobre unas pocas “claves estratégicas”: 1) evaluar las oportunidades y descartar aquellas que implican riesgos con recompensas poco atractivas, 2) concentrarse en los pocos factores importantes de un emprendimiento descartando lo que meramente coincide con el gusto personal o la creencia que “podría ser interesante” y 3) integrar la acción al análisis de la idea.Una vez que el emprendedor puede aplicar una mirada diferente sobre hechos frecuentes, el impulso emprendedor radica en la «capacidad de ejecutar la idea» y no en «el rasgo original de la idea».
Quizás el ejemplo más claro de este comportamiento descripto como “destrucción creativa”, que Schumpeter desarrolló en 1912, sea el caso del Sr. William Gates (CEO de Microsoft, Inc.) cuando a los 19 años de edad, junto con su socio Paul Allen (21) fundó su multimillonaria empresa en esta capacidad de transformación anunciada por Schumpeter. El sistema operativo D.O.S. que Gates vendió a IBM para hacer funcionar los ordenadores personales no fue un “producto innovador”; se trató “simplemente” de un diseño mejorado de un sistema que él compró por un pequeño monto a Seattle Computer Products (Block y MacMillam, 1985).
Esta implacable fórmula, descripta por la misma conducta emblemática del Sr. Gates, sirve para demostrar que el éxito del emprendedor siempre depende de las ventajas que se puedan lograr al combinar una idea creativa con una capacidad superior de ejecución.
Otra revolucionaria destrucción creativa fue protagonizada por Dan Bricklin y Bob Frankston al crear “VisiCalc”, las primeras hojas electrónicas de cálculo (spreadsheet) inspiradas en la necesidad de solucionar un problema.
“Yo tuve suerte, no tengo ninguna duda sobre eso. En 1979, cuando mi compañero, Bob Frankston, y yo creamos VisiCalc nosotros no comprendimos el salto que iba a dar la industria de las computadoras personales, revolucionando la forma de almacenar la información y probar los escenarios financieros que permitieran probar cómo evolucionarían los negocios. Promediando mis estudios en Harvard Business School, yo me sentí muy contrariado trabajando sobre un estudio de caso, teniendo que calcular y recalcular manualmente cada uno de los simples pasos en una hoja de cálculo. Pensé que tenía que haber un camino mejor para hacer las cosas; me puse a pensar en solucionar mi problema y yo empecé a diseñar un programa de computadora para superar esas ineficiencias… Yo le expliqué mi idea a Bob Frankston, a quien conocí como estudiante en el MIT; él estaba de acuerdo en intentar convertir mi primitivo prototipo en un programa que funcione. Después de trabajar con gran esfuerzo durante varios meses en el ático de la casa de Bob, nosotros tuvimos el presentimiento de que teníamos «algo grande» en nuestras manos. El resto de la historia de VisiCalc está repleta de los usuales vaivenes y transformaciones, sin mencionar algunos de los difíciles descensos (caídas). Pero ese pequeño y frío software es todavía considerado como el primer quiebre profundo dentro de la industria de las PCs y, para mayor sorpresa mía, he tenido que resignarme a ser considerado por ser “el (famoso) padre de la hoja electrónica de cálculo”. (Bricklin, 2001)
Estos casos de emprendedores “nacidos naturalmente” poseen connotaciones que también pueden verificarse, en mayor o menor medida, en cualquier historia de cualquier emprendedor que Ud. conozca en su círculo más íntimo de relaciones. Realice su propia verificación, conversando con ellos, y encontrará tres hechos recurrentes:
Los emprendimientos surgen naturalmente, se nace naturalmente emprendedor, hay una inspiración que provoca un evento emprendedor que transforma ideas en hechos como una secuencia natural.
En general, la destrucción creativa, de la que nos hablaba Schumpeter, o el momento de la intención (Kruger), o de la actuación (Schapero) emprendedora, es un evento con rasgos innovadores basado en ideas simples que procuran solucionar algún problema complejo u ofrecer una nueva solución a algún viejo problema.
Para que una idea devenga en negocio hace falta la voluntad y el conocimiento para que eso ocurra y un ambiente propicio que aliente el comportamiento del emprendedor
“Nacer naturalmente emprendedor” requiere imaginación que enriquezca a la inteligencia. Es necesario cierto grado de inteligencia para crear soluciones, pero hace falta imaginación para hacer que esas soluciones resulten simples y atractivas.
Las lecciones de casos como los de Bricklin siempre concluyen en que lo más frecuente, en nuestras vidas, son los tiempos plagados de dificultades de todo tipo, pero que el “trabajo de emprendedor” conlleva muchas más alegrías que disgustos.
Además de claridad en la visión de lo que se quiere lograr y algún talento (siempre perfectible) para lograrlo, las lecciones de los “exitosos” nos conducen a revalorizar algunas virtudes claves que merecen ser talladas en la profundidad de nuestra personalidad naturalmente-emprendedora:
La pasión por el trabajo en donde los desafíos nos resulten más atractivos que los premios.
La humildad para prestar atención a las sugerencias e indicaciones de quienes nos preceden en el camino, capitalizando su experiencia pero también sus sentimientos. De alguna manera, la humildad es una virtud que involucra prestarle atención a la información que contradice nuestras creencias y nuestros propósitos; debemos tener en cuenta que hay cosas que nos gusta escuchar y cosas que necesitamos saber que pueden o no coincidir con lo que queremos que se nos diga.
El amor.  Amar lo que se hace, amar lo que logramos con lo que hacemos. “Si usted quiere arreglar su futuro, empiece arreglándose usted mismo. Ante la guerra y la recesión, lo que el mundo de las empresas necesita es menos codicia y más amor… Ahora más que nunca, el camino a la prosperidad se pavimenta con el compromiso con la generosidad. Mi experiencia en “Victoria’s Secret” me enseñó el tronco de los factores críticos para el éxito profesional, las partículas elementales del amor en los negocios. Ellos son: el conocimiento, las redes y la sensibilidad… Todo su conocimiento no sumará mucho si usted no tiene una red de personas para compartirlo y bastante sensibilidad para entender que el éxito de las personas, en esa red, es un resultado directo de su propio éxito” (Sanders, 2001).
Evitar la «trampa del ego», considerando la diferencia entre hundirse en el fondo del mar y montarse sobre la cresta de las olas. Debemos aceptar que cada uno de los desafíos empresarios posee aspectos que están afuera de nuestro control. Nosotros, no somos nuestros negocios. En los «días oscuros», cuando las cosas no van bien, tenga presente que sus fracasos no lo transforman en un individuo horrible, ni despreciable. Igualmente, cuando su emprendimiento alcanza algún logro no se sienta un genio insuperable ni, mucho menos, un ser sobrenatural. El fracaso y el éxito emprendedor no son los extremos del mundo.
Autor  Mario Dehter
Fuente: jcvalda.wordpress.com

Aprende a ser un líder excepcional

Aprende la estrategia especial que los líderes usan para ser excepcionales, además de las tres áreas clave donde tú muestras tu carácter a los demás
Los líderes nos hacemos, no nacemos. Nos creamos y desarrollamos, convirtiéndonos en hombres y mujeres de buen carácter e integridad.
Earl Nightingale escribió una vez: “Si la honestidad no existiera, habría que inventarla, ya que es la forma más segura de hacerse rico.” Un estudio de la Universidad de Harvard concluyó que el activo más valioso que una empresa tiene es como es percibida por sus clientes- su reputación, sobre todo por su honestidad y su calidad.
La Integridad Es Esencial
Por la misma razón, tu mayor activo personal es la forma en que te reconocen otras personas. Es tu reputación personal en cuanto a para mantener tu palabra y cumplir tus compromisos. Tu integridad te precede y afecta todas tus interacciones con otras personas.
Un clave para el desarrollo de la integridad y el carácter en ti mismo es estudiar a los hombres y mujeres de gran carácter. Estudiar las vidas y las historias de personas como George Washington, Abraham Lincoln, Winston Churchill, Florence Nightingale, Susan B. Anthony y Margaret Thatcher. El estudio de las personas cuya fuerza de carácter les permitió cambiar su mundo. A medida que leas, y pienses en cómo se comportarían si estuvieran frente a las dificultades que usted enfrenta.
Puedes hacer lo mismo que ellos harían. Escoge a alguien que admiras mucho por sus cualidades de coraje, la tenacidad, la honestidad, o la sabiduría. Pregúntate: “¿Qué haría Jesús en mi situación?” O, “¿Qué haría Lincoln si estuviera aquí en este momento?” Así recibirás orientación que te permite ser la mejor persona que puedas.
Hay tres áreas de tu vida en la que actuar con integridad es crucial. Estas son las tres áreas que generan la mayor tentación de abandonar tu integridad, así como las áreas de mayor oportunidad para la construcción de tu integridad.
Área # 1:
El primer ámbito de la integridad tiene que ver con tus relaciones con tu familia y tus amigos, las personas cercanas a ti. Ser fiel a ti mismo significa vivir en la verdad con cada persona en tu vida. Designa el rechazo a decir o hacer algo que tu no crees que es correcto. Vivir en la verdad con la gente significa que tú te niegas a permanecer en cualquier situación en la que tú no estás satisfecho con el comportamiento de otra persona. Te niegas a tolerarlo. Te niegas a hacer concesiones.
Área # 2:
La segunda área de la integridad tiene que ver con tu actitud y comportamiento hacia el dinero. La indiferencia hacia el dinero trae bajas en tu vida financiera. Tú debes ser exigente acerca de su tratamiento del dinero, sobre todo el dinero de otros. Tu debes guardar su calificación crediticia de la misma manera que proteges tu honor. Tú debes pagar tus cuentas puntualmente, o incluso a antes de la fecha pactada. Debes mantener tus promesas con respecto a sus compromisos financieros. Y sobre todo no debes entrar en deudas.
Área # 3:
El tercer ámbito de la integridad tiene que ver con tus compromisos con los demás, especialmente en tu negocio, tu trabajo y tus actividades de venta. Siempre mantén tu palabra. Sé un hombre o una mujer de honor. Si dices que vas a hacer algo, hazlo. Si haces una promesa, guárdala. Si haces un compromiso, cúmplelo. Que seas reconocido como la clase de persona en la que se puede confiar absolutamente, no importa cuáles sean las circunstancias.
Tu integridad se manifiesta en tu voluntad de adherirte a los valores que más quieras. Es fácil hacer promesas y duro mantenerlas, pero si lo haces, cada acto de la integridad hará tu carácter un poco más fuerte. Y en mientras mejores la calidad y fuerza de tu carácter, cada otra parte de tu vida mejorará también.
Ponte en acción:
Ahora, aquí hay tres pasos que puedes tomar de inmediato para poner estas ideas en acción.
En primer lugar, identificar a los hombres y mujeres de gran carácter, a quien admiras, y leer sus historias de vida. Piensa en cómo puedes aplicar a tu propia vida las lecciones que has aprendido ellos.
En segundo lugar, analiza tus relaciones clave con regularidad y determina vivir en la verdad con las personas más importantes en tu vida.
En tercer lugar, mantener tu palabra. Cumple tus promesas y compromisos. Haz siempre lo que dices que harás y protege tu integridad como una cosa sagrada.
Fuente: NegociosyLiderazgo.com.ar

sábado, 2 de octubre de 2010

Las Buenas Negociaciones

Todo el mundo negocia para resolver diferencias y cada uno de nosotros lo hacemos más frecuentemente de lo que creemos. Cada vez que tratamos de llegar a un acuerdo de la índole que sea, estamos negociando.
Su habilidad para negociar puede influir mucho en su carrera. De hecho algunas de las personas más poderosas del mundo son fundamentalmente hábiles negociadores.
Sin embargo, lo que queremos destacar es que pocas personas negocian bien y contribuyen a que, saber negociar, sea una habilidad escasa. Quizá porque las exigencias suelen ser contradictorias: hay que ser rudo pero sensible, analítico pero flexible. Hay que saber cuándo avanzar y cuándo retroceder.
Por otra parte, no existe un estilo de negociación ideal. Por ejemplo, la participación de varias personas por una de las partes, puede percibirse como una señal de debilidad. Un estilo “vamos a ganar todo lo que se pueda” puede permitirle obtener una ganga, pero también puede producir muchos resentimientos.
¿Qué es la negociación?
El mundo real es una inmensa mesa de negociaciones en la que, nos guste o no, todos participamos. La negociación tiene como objetivo ganarse el favor de gente de la que usted quiere cosas y algunos saben mejor que otros cómo conseguir lo que quieren.
Negociar es saber utilizar la información, el tiempo y el poder. Este último es fascinante. Se trata de la habilidad para conseguir que las cosas se hagan como nosotros queremos.
Los negociadores requieren en un momento dado llegar a un acuerdo con otra persona utilizando elementos de cooperación o competencia. Es importante detectar las condiciones que exige la negociación.
En toda negociación debe haber un conflicto de intereses, una variedad de argumentos y la oportunidad para hacer concesiones. Un conflicto implica que dos personas actúen desde visiones diferentes y, en la misma situación, la vean de forma diferente. Precisamente la comprensión de estas diferencias es una parte fundamental para la resolución de conflictos.
Un negociador debe combinar una actitud fuerte, la habilidad para lograr un acuerdo, el dominio intelectual del problema y la sensibilidad hacia los otros. Saber negociar significa llegar al mejor acuerdo, no a cualquier acuerdo. No hay que precipitar compromisos, ni suponer que lo que uno gane debe obtenerlo a expensas de la otra parte.
Es conveniente que el negociador sepa plantear alternativas y, para ello, deberá evaluar la importancia que tiene para su oponente cada una de las cuestiones en discusión, así podrá estimar cual es la zona de regateo y donde hay probabilidad de llegar a un acuerdo con ciertas concesiones.
La técnica del “tómalo o déjalo” parte de que lo que uno gana debe obtenerlo a expensas de la otra parte, lo cual rompe toda posibilidad de negociación. Sin embargo, la técnica del “regateo” presenta el primer escalón hacia una negociación distributiva.
No hay que confundir una negociación con un debate. En este último, los puntos de vista que se mantienen son diametralmente opuestos y los adversarios solo buscan solo derrotarse. En las negociaciones, los puntos de vista pueden ser diametralmente opuestos, pero los adversarios buscan el acuerdo.
¿Qué es lo mínimo que yo puedo aceptar? ¿Qué es lo máximo que puedo dar? ¿Qué es lo mínimo que debo ofrecer?
Nunca suponga que la otra persona será razonable. No es lógico que un mínimo y un máximo tengan el mismo sentido para las partes.
¿Cómo puede determinar cuáles son los puntos delicados del adversario y evitar tocarlos?  o ¿Cómo puede darse cuenta de lo que resulta en realidad importante para el adversario?.
Haga preguntas. Nunca dejan de asombrar las personas que intentan negociar simplemente planteando sus posiciones y no investigando los deseos de su oponente.
Una de las armas más poderosas de los buenos negociadores es el silencio. A la mayoría de las personas les disgusta el silencio e intentan llenarlo con información, que es precisamente lo que usted desea.
Los malos negociadores o los novatos, con frecuencia revelan mucho más información de la que tienen intención de revelar (o más de la que deberían revelar).
Verifique lo que supone que su adversario comprende. Toda vez que dé alguna información significativa verifique que la comprende bien.
De las reglas anteriores, la más importante es hacer preguntas. Comience con preguntas abiertas, después afine las respuestas con preguntas de seguimiento. Continúe haciendo preguntas hasta que sepa todo lo que desea. El propósito, que no debe perder de vista, es determinar ¿Qué es lo menos que puede aceptar?
En toda negociación es prudente “descubrir” las quejas del adversario. Es decir, determinar todos los componentes de un desacuerdo determinado. Cuando se han identificado, será posible hacer movimientos (es decir, concesiones).
Se trata de tener la oportunidad de intercambiar concesiones y de buscar otras formas de lograr sus diferentes metas, para ayudarse mutuamente en el logro de un buen trato.
Si usted pretende negociar en forma efectiva, ya sea por usted mismo o en nombre de otro, debe reconocer que no va a ganar “todo”.
Ayude a su adversario a lograr un buen acuerdo. En este caso las partes se retiran satisfechas y existe la oportunidad de conservar la relación en beneficio de ambos.
Alberto Aguelo

El dinero es un medio, no un fin

¿Qué significa ser rico? La riqueza es a veces un tema delicado. Mucha gente tiene interiorizado asociaciones negativas con la palabra “rico”. A menudo escuchará a la gente decir: “El dinero es la raíz de todo mal”, cuando en realidad la cita correcta es “El amor al dinero es la raíz de todo mal.”
La diferencia entre estas dos citas es el amor. Poner demasiada importancia a las posesiones materiales – que ciertamente no te devuelven el amor – lleva a la clase de corrupción que muchas personas han llegado a asociar con “la gente rica.” Pero usted no tiene que tomar ese camino. Usted puede desear cosas materiales, siempre y cuando esté en control de sus deseos.
La clave para llegar a ser rico, en todos los sentidos de la palabra, es el control. Lograr y mantener la autoconfianza sólo le es posible a aquellos que toman el control de sus emociones, sus acciones y sus circunstancias. Una “mujer rica” sabe que el dinero es un medio, no un fin, y utiliza el dinero como un instrumento para lograr metas significativas. Como el padre rico de Robert dijo, “los ricos no trabajan por dinero, hacen que el dinero trabaje para ellos.”
La independencia financiera te permite elegir el estilo de vida que quieres para ti. Ya sea que visualices un estilo de vida lujoso para ti o si prefieres vivir un estilo de vida modesto, tú decides.
A medida que persigues tus objetivos de inversión, es importante mantener el enfoque: Está persiguiendo al dinero no por el dinero en sí mismo, sino por la libertad que el ser independiente financieramente trae. Usted está persiguiendo la tranquilidad e independencia que viene de no depender de un hombre, un trabajo, del gobierno, ni de nadie más para cuidar de ti.
Algunas personas pueden pensar que usted tiene que dejar su moralidad en la puerta cuando persigues al dinero, pero no tienes que caer en este mito. Rico o pobre, siempre puedes optar por hacer lo correcto. El valor duradero que recibe al mantenerse fiel a sus principios, y la libertad que disfruta cuando se es económicamente independiente, no tienen precio.
De Kim Kiyosaki

Siete creencias fatales para tu negocio

Tu cerebro puede estar impregnado de ideas mortales para tu empresa. Deshacerte de ellas puede ser la solución para lograr el éxito. ¿Quieres identificarlas? La vacuna para este mal generalizado puede estar a un clic de distancia.

“Algunas ideas son el virus más peligroso; muy resistentes y extremadamente contagiosas”, dice atinadamente Dom Cobb en la película “Inception”, interpretada por Leonardo DiCaprio. Como se describe en la cinta, el cerebro es un aparato muy poderoso, para bien o para mal. Durante nuestro crecimiento y con ayuda de nuestros familiares y amigos, heredamos una serie de creencias a las que consideramos reales sin cuestionarlas. Sin embargo, estas creencias –en ocasiones archivadas en lo más profundo de nuestro cerebro– determinarán cómo actuaremos frente a ciertas situaciones de la vida e influirán fuertemente en nuestros resultados. El riesgo reside en que si estas creencias están equivocadas o distorsionadas, pueden traducirse en resultados desastrosos para nuestro negocio. Para muestra, he aquí algunas de ellas.

Uno: El dinero no es importante

Si algo no es importante para ti, definitivamente no formará parte de tu vida y viceversa: si algo es importante para ti, seguro estará presente. Por ejemplo, si para ti es muy importante la música, es probable que hayas comprado un reproductor digital o algún celular que te permita almacenar cientos de canciones o probablemente tengas varios aparatos musicales en tu casa; si la música no es importante para ti, entonces es muy probable que no hayas adquirido ninguno. ¿Simple no?


Pues debo decirte que de la misma manera funciona el dinero. Si tienes la creencia de que el dinero es malo o no es importante, entonces simplemente no tendrás dinero. Observa cómo por lo regular las personas que tienen esta creencia están quebradas o siempre han estado en situaciones financieras precarias. Es obvio, el dinero no es importante para ellas, por eso no lo tienen.

Ahora, no se trata de obsesionarse con el dinero ya que en efecto, hay muchas áreas en las que el dinero no funciona. Sin embargo, en el tema empresarial, el dinero es un factor fundamental. El dinero te permitirá mantener y crecer tu negocio, alcanzar tus sueños y sobre todo, generar bienestar para ti y para tus colaboradores así como para sus familias. El empresario hace un bien a la sociedad al generar empleos y en este contexto, el dinero es factor fundamental. Así que ten mucho cuidado con tu actitud hacia el dinero. Dale el respeto e importancia que éste merece.

Conclusión: El dinero importa mucho en los negocios.

Dos: “Para que un empresario gane alguien tiene que perder”

En México tendemos a creer que aquel empresario que se hace rico siempre lo hace a costa de los demás, como si la economía fuera un juego se suma cero: para que alguien gane otro tiene que perder. Esto es totalmente incorrecto y es dañino para nuestra cultura empresarial y para la sociedad en general.

Comencemos entendiendo una cosa: el dinero es infinito, así es… infinito. En el siglo pasado, el dinero en circulación estaba respaldado por lingotes de oro en los bancos centrales así como por otras monedas como dólares o libras, por lo que es natural pensar que había un límite en cuanto a la cantidad de dinero que podía circular. Sin embargo, esto ya no es así. Desde hace algunas décadas, el dinero está respaldado por la percepción y la confianza de los mercados; los lingotes ya no existen. Diariamente ocurren millones de transacciones electrónicas que suman cantidades estratosféricas de dinero, y los bancos no mueven ni un sólo billete de sus bóvedas. Es la confianza en los sistemas legales, bancarios y económicos de los países lo que hoy garantiza el valor de una moneda. Por esta razón, los gobiernos constantemente están imprimiendo más dinero.

Conclusión: No tienes que quitarle a alguien su dinero para hacerte millonario.

Tres – “A ojo del amo engorda el caballo”

Esta es una de las frases más comunes y equivocadas que existen en nuestra cultura empresarial. Si esto fuera cierto, ¿cómo le hicieron entonces los dueños de McDonald’s, Pizza Hut, WallMart o cualquier franquicia o cadena de negocios para abrir miles de sucursales alrededor del mundo y operar todas de manera simultánea? ¿Cómo le hacen los grandes empresarios para manejar cientos de negocios y seguir creciendo?

Son los sistemas y procesos de negocio los que te permiten operar varios negocios de manera simultánea, sin la necesidad de estar micro-manejando a tu personal para garantizar la calidad. La tecnología te ayuda a controlar de manera remota lo que sucede en tu empresa, así como automatizar gran parte de tus procesos, para que puedas tener una, dos o mil sucursales.

Conclusión: busca que tu negocio funcione sin ti. Para eso sirven los sistemas.

Cuatro. “Si quieres que algo se haga bien, tienes que hacerlo tú mismo”

Para muchos empresarios, no hay nadie en la empresa que pueda hacer las cosas mejor que ellos. Normalmente quien tiene esta creencia ha construido lo que algunos autores han definido como un “autoempleo”, es decir, la persona ha avanzado lo suficiente como para proveerse de un trabajo a sí mismo (y quizá a un par de personas más que figuran como sus asistentes) pero el dueño sigue siendo el experto. “Yo trabajo para mí mismo” o “soy mi propio jefe” son frases comunes de las personas que están en esta situación.

Sin embargo, si lo analizamos con un poco de profundidad, son el peor jefe que han tenido: trabajan largas jornadas (mucho más de 8 horas diarias y a veces sin descanso los fines de semana), en ocasiones no reciben su salario completo y si algo sale mal corren con todos los riesgos. Adicionalmente, el día que llega una enfermedad que les impide trabajar… dejan de tener ingresos cuando más lo necesitan (si se enferma el experto entonces quién hace el trabajo). Visto de esta forma, “trabajar para uno mismo” es el peor trabajo que se puede tener, ¿o no?

Sin embargo, el empresario que todo el tiempo está haciendo las cosas por el mismo, es simplemente un empleado.

El problema es que no se ha comprendido que la labor de “el empresario” ya no es realizar el trabajo, sino crear un sistema que permita entregar el producto con ciertos estándares de calidad. Es decir, no es lo mismo hacer sándwiches que desarrollar un negocio de sándwiches. Mientras que el primero se limita a la cocina y de cómo combinar correctamente los ingredientes (el jamón, el queso, la mayonesa, etcétera), el segundo debe encargarse no sólo de esto, sino de todo el proceso de producción, comercialización y distribución (quién hace los sándwiches, cómo los hace, quién los vende, en cuánto los cobra, cómo los entrega).

Conclusión: El empresario debe trabajar construyendo el negocio y no para el negocio.

Cinco. “Que el negocio no funcione… no es mi culpa”

La economía, el gobierno, la globalización, los empleados, la competencia… siempre tendemos a culpar a otros de lo que nos sale mal en los negocios. La realidad es que los únicos culpables somos nosotros mismos; si, en efecto, nosotros. He aquí la prueba: somos nosotros los que decidimos qué productos vendemos, somos nosotros los que decidimos a qué precio los vendemos; en qué plazas los vendemos; a qué mercado lo vendemos; con quién nos asociamos; a quién contratamos, y cuánto pagamos, sólo nosotros.

Sólo nosotros creamos nuestro éxito o nuestro fracaso. Para poder triunfar primero tenemos que asumir la responsabilidad de todo lo que sucede en nuestra vida, porque una vez que comprendemos esto y lo aceptamos de corazón, entonces entendemos que está en NOSOTROS “el poder” cambiar nuestra situación. Si nosotros somos los responsables de nuestro destino, entonces nuestro destino puede ser ¡EL QUE NOSOTROS QUERAMOS!

Conclusión: toma control de tu vida y define tu propio destino.

Seis. Crecer el negocio es difícil y me traerá más problemas

Hay por ahí una frase que dice: “no existen problemas grandes, sólo personas pequeñas”. Es cierto que una empresa más grande traerá consigo nuevos desafíos, pero también mayores satisfacciones y beneficios. No es sólo una cuestión de orgullo personal, sino una necesidad. Las empresas, hoy en día, necesitan salir de su zona de confort y volverse más competitivas. Los mercados cambian rápidamente y la competidores son cada vez son más capaces. Al igual que las personas, un negocio nunca permanecerá estático: o crece o desfallece.

¿Pero cómo crecer sin que se vuelva una pesadilla? Quizá la respuesta radique en las principales obligaciones que debe tener cada nivel jerárquico en la empresa. Dejemos claras estas responsabilidades: una persona técnica (la base de la pirámide) no puede más que administrar cómo hace su propio trabajo; un gerente debe administrar el trabajo que hacen las personas que están a su cargo para hacerlas productivas.

Sin embargo, la principal labor del empresario (y en donde muchos empresarios inicialmente fallamos) es comunicar y motivar a nuestros gerentes y colaboradores para que juntos logremos concretar la visión del negocio. No estamos hablando necesariamente de más trabajo, sino de un trabajo muy especial que sólo el dueño de negocio puede ejecutar. ¿Cuánto tiempo has pasado en este año pensando en tu visión y comunicándola a los demás? ¿Estás haciendo realmente el trabajo que te corresponde?

Conclusión: la principal labor del empresario consiste en motivar a sus colaboradores para concretar su visión.


Siete. Los libros de desarrollo personal son un fraude

Esta quizá esta sea la más peligrosa de las distorsiones que pueden existir en nuestra mente, ya que precisamente esta creencia te impedirá cambiar todas las demás. Muchas personas piensan que un libro de desarrollo personal tiene que ver con técnicas mágicas para mejorar o hacerse millonario. Ésta no es la realidad.

Existen muchos libros serios que te ayudarán a poner tu negocio en perspectiva; incluso te describirán algunos de tus problemas y sus posibles soluciones. El camino del empresario ya se ha andado muchas veces. El conocimiento está disponible a cambio de unos cuantos centavos y tiempo de tu parte. Con este tipo de lecturas, entenderás que el éxito tiene dos factores clave: el conocimiento de los negocios y la actitud o mentalidad hacia ellos. Sin la actitud y el conocimiento adecuado, será difícil que llegues a tus metas.

Los libros son fuente de ideas muy útiles en la generación de estrategias y procesos empresariales. Además nos ayudan a reforzar nuestra cultura empresarial y quitarnos de encima precisamente las ideas equivocadas que nos limitan. Leyéndolos aprenderás valiosas lecciones de grandes empresarios. Por citar a algunos autores: Brad Sugars, Michael Gerber, T Harv Ecker, Brian Tracy, Robert Kiyosaki, Napoleon Hill, W. Clement Stone, entre muchos otros. Busca sus libros, aprende y vacúnate contra las ideas equivocadas; esta es la única manera de crecer como empresario.

Conclusión: Más lectura reflexiva y menos televisión.
 

¿Conoces otras creencias erróneas o limitantes? Me encantaría recibir tus comentarios. No me resta más que desearte mucho éxito en tus negocios.

Diego Bañuelos es Licenciado en Computación por la Universidad Autónoma Metropolitana y cuenta con un posgrado en Planeación Estratégica por la Universidad Anáhuac. Su área de especialidad se relaciona con la creación y distribución de productos de software comercial y con la optimización de procesos empresariales utilizando la tecnología. Actualmente se desempeña como Director General de Grupo BFX, firma especializada en estrategias de comercialización a través de Internet. Twitter: @diegobanuelos

lunes, 27 de septiembre de 2010

Mientras más fracases, más exitoso serás

Hoy en día existen muchos libros, cursos, facilitadores que hablan del Éxito y de cómo conseguirlo. Definitivamente uno de los factores clave para tener éxito en la vida es la forma en la que vemos el fracaso.
Existen dos posiciones antagónicas que nos pueden explicar la forma de percibir el fracaso. La primera, aquélla donde el fracaso es nuestro destino, algo de lo que no podemos escapar, es el destino inexorable, la cruz que debemos llevar todos los mortales; en esta parte es donde nos sentamos a llorar nuestras penas sin hacer nada. Otra posición es la de revisar la situación y aprender, dónde estuvo la falla, qué lección podemos tomar de lo que pasó, mantener la actitud positiva y no desmayar hasta obtener lo que deseamos. Warren Bennis entrevistó a setenta importantes ejecutivos en diversas ramas y descubrió que ninguno de ellos consideraba que sus errores fueran fracasos. Al hablar, ellos los llamaban “experiencias de aprendizaje“, “el precio pagado”, y “oportunidades de crecimiento”. Para ilustrar lo que digo, voy a poner el ejemplo de los grandes científicos, todavía no conozco ningún invento en la humanidad que haya salido bien y perfecto a la primera vez. En todos los casos tuvo que haber miles de experimentos, millones de ensayos y errores.
Thomas Edison hizo más de 5000 intentos antes de inventar el bombillo de luz; ustedes se imagina si alguno de estos científicos hubiese adoptado la primera actitud explicada anteriormente, si esto fuese así, no hubiésemos avanzado más allá de la época de las cavernas y andaríamos desnudos comiendo lo que encontráramos como animales.
Lo que nos distingue como seres humanos es la capacidad de aprender: definitivamente, lo que más nos enseña son nuestros fracasos. Un fracaso es un camino menos que debemos tomar hacia el éxito, si usted tuviese que escoger entre diez caminos para obtener un tesoro ya hubiese ido por cinco de ellos, le faltarían cinco por tomar. Ahora suponga que conoce a alguien que ya recorrió tres distintos a los suyos, si unen su aprendizaje sólo faltarán dos caminos. Ésta es la lección: aprender del fracaso, aprender de los errores para saber cuáles son las consecuencias de una determinada acción.
Lo que pasa es que tomamos el fracaso en forma aislada, nos desmotivamos y frustramos, y nos sentimos unos fracasados, cuando realmente lo que tenemos que ver es el contexto global. La vida está llena de oportunidades, con cada decisión nos exponemos al fracaso, esto es matemática pura, un porcentaje de errores en base a las oportunidades. En el béisbol, un bateador es considerado una estrella cuando logra obtener 7 errores de cada 10 veces que batea, en este caso el porcentaje de error está en el 70 %.
Si usted toma decisiones algunas cosas fallarán, es tan simple como eso. La dimensión del fracaso se la damos nosotros mismos, de una forma subjetiva. La forma que miremos el fracaso puede determinar nuestros éxitos futuros.
Le damos al fracaso dimensiones de catástrofe por miedos internos que tenemos en mayor o menor medida todos los seres humanos, estos miedos se van formando desde temprana edad y pueden ser verdaderos obstáculos para nuestro crecimiento en la vida. Es en nuestro interior que se desarrolla esa incapacidad de aprender de nuestros errores, esto trae consigo: frustración culpa y dolor. De hoy en adelante los invito a aprender de los errores y a triunfar.
Autor: Jonny Martínez es Economista, Conferencista, Autor y Consultor de Negocios, Editor de Liderazgo y Mercadeo, http://www.liderazgoymercadeo.com.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Cómo alcanzar el éxito empresarial con la Inteligencia Emocional

El descubrimiento de la Inteligencia Emocional como un factor relacionado con las empresas y el liderazgo, viene a romper con muchas ideas preconcebidas o paradigmas.

Sensaciones y emociones ejercen poderosa influencia sobre el razonamiento el cuál es ejecutado en:
  • los procesos directivos de la organización,
  • los cierres de ventas, en el reclutamiento y selección de personal,
  • y en tdos los procesos de la organización donde intervengan seres humanos.

 
Selección del personal

Por muchas décadas en las empresas se han efectuado para fines de reclutamiento y selección de personal, la aplicación de exámenes psicométricos con el objetivo de determinar el coeficiente intelectual de los candidatos a ocupar puestos en la organización.
Sin embargo desde años recientes las investigaciones han demostrado que personas con altos coeficientes intelectuales, no necesariamente serán buenos empleados, o personas realizadas y positivas; estas características más bien se relacionan con el coeficiente de Inteligencia Emocional de cada persona.

Inteligencia personal

Para el éxito empresarial es un tema por muchos desconocido o menospreciado: La Inteligencia Emocional aplicada a las organizaciones. Hace tiempo escuché al Sr. Juan Tibaldi Peregrini, quien es un prestigiado investigador en el campo de la Psicología Laboral, explicando este hecho.
En su esencia la Inteligencia Emocional es la fuente primaria de la energía humana, la autenticidad, aspiración y empuje, según lo explica el especialista “Robert K Cooper” en su libro “La Inteligencia Emocional, aplicada al liderazgo y a las organizaciones”.

Además defiende que al desarrollar el coeficiente emocional podemos aprender a reconocer fácilmente y valorar las sensaciones básicas para responder apropiadamente, ya que las emociones proporcionan información vital y potencialmente provechosa, con una retroalimentación… así mismo enciende nuestra creatividad, nos permite formar relaciones de confianza con los demás y con nosotros mismos, nos aclara las decisiones importantes, y sobre todo nos proporciona una “Brújula” interior para la vida y la carrera profesional, la cuál nos facilita el encontrar soluciones trascendentales.
 
También existen test psicológicos para determinar el grado de coeficiente emocional, y analizar temas como: sucesos de la vida, presiones de trabajo, presiones personales, conciencia emocional de sí mismo, expresión emocional, conciencia emocional de otros, intención, creatividad, flexibilidad, conexiones interpersonales, descontento constructivo, valores y creencias, compasión, perspectiva, intuición, radio de confianza, poder personal, integridad, salud general (síntomas físicos, de hábitos y síntomas emocionales), calidad de vida, conciencia de relaciones y óptimo rendimiento.
 
En resumen

Un profesionista actualizado debe dominar este tema para asegurar un éxito personal y profesional; las empresas que únicamente aplican exámenes psicométricos para determinar el coeficiente intelectual, se han quedado en el pasado puesto que el coeficiente emocional es mucho más determinante.
Por Arnu Rodriguez Ayala
Coach en ventas y formador
http://www.salesplus.es/


EL SECRETO DE WARREN BUFFETT

Aparentemente Warren Buffett vive sin un móvil. Si…leíste correcto, vive sin un móvil… y yo he estado frustrado porque no me doy permiso a mi mismo comprarme un iPhone… Intento convencerme a mi mismo que lo necesito… ¿Y Buffett ni siquiera necesita un móvil? Después el salto intentaré mostrar que el inversor más exitoso del mundo se conforma con vivir en una manera muy simple. ¿Es el secreto de su éxito?

Secreto #1 La felicidad viene desde dentro

En mi vida adulta de negocios nunca he tenido que elegir entre lo profesional y lo personal. Bailo claque yendo al trabajo, y cuando llego me divierto tremendamente – Warren Buffett
Me parece que Warren es un hombre que estima lo que hace o, mejor dicho, le apasiona su oficio. Estoy 100% de acuerdo. Si encuentras lo que te apasiona en la vida es mucho más fácil ser feliz. Yo lo descubrí con el diseño gráfico y el día cuándo abrí mi pequeño estudio  estuve en el séptimo cielo.
No hago mucha diferencia entre mi vida profesional y personal porque se mezclan, a veces es una obsesión, p Ej. identificar tipografías en la calle es algo que me divierte mucho.
También resulta más fácil ser productivo cuando tu trabajo te apasiona y aún más si trabajas por propia cuenta. Como he mencionado antes no creo que el dinero nos hace especialmente felices, hacer lo que nos apasiona si.
Creo que el Oráculo de Omaha está de acuerdo.

Secreto #2 Encontrar la felicidad en placeres simples.

Tengo placeres simples. Juego bridge online 12 horas por semana. Juego con Bill. El es “chalengr” y soy “tbone” – Warren Buffett
¡Buffett jugando al bridge con Gates! ¿Existe una diversión más simple que jugar a las cartas? En todos modos, una vez más tengo con confesar que estoy de acuerdo con Buffett. ¡Yo llevo toda la vida tocando el piano o la guitarra y tocando la guitarra es uno de esos placeres simples, vale, una guitarra vale un poco más que barajas pero no tanto!
Otro placer simple que disfruto es el de cocinar, y aún más si lo haces con la familia, no tiene que ser platos extravagantes, un buen plato de espagueti carbonara es suficiente…

Secreto #3 Vivir una vida simple

Para mi es natural querer que las cosas que haga tengan sentido. No solamente en mi vida profesional si no en mi vida personal también. No me importa lo que otra gente rica hace. No necesito un barco de 405 ft porque otro tiene un barco de 400 ft – Warren Buffett
Si Warren Buffett, que tiene una riqueza con la que es más que probable puede comprarse un país, dice que la comparación con otros no vale la pena creo que hay que tenerlo en cuenta. Compararse con otros es una enfermedad y  lleva a las personas a consumir más para poder fanfarronear en el próximo evento social.
Hace unos años esa actitud me llevó a utilizar mis tarjetas de crédito hasta que no me daban más. Como algunos de vosotros ya sabéis, uno de los objetivos para mi este año es el de no tener más deudas de tarjeta de crédito. Aún más importante que pagar la deuda es empezar a cambiar la manera de pensar, e intentar compararse con uno mismo en vez de otras personas.

Secreto #4 Piensa simple

Quiero ser capaz de explicar mis errores. Significa que solo hago las cosas que comprendo completamente. – Warren Buffett
Si lees los newsletters de Berkshire Hathaway puedes adivinar mucho sobre como piensa Warren Buffett. El invierte en los negocios que el y/o su socio entiende. Estoy seguro que gran parte del éxito de Warren Buffett está en su habilidad y voluntad de pensar simple.
A mi la bolsa no me interesa demasiado, o mejor dicho, no la entiendo y siempre he apostado por invertir en fondos de inversión porque así utilizo el conocimiento de gente que supuestamente saben descifrar y analizar el mercado. Digo supuestamente porque después de haber leído unos libros e investigado un poco más sobre el mundo de inversión he entendido que estos llamados expertos realmente no saben mucho más que yo.
He entendido que si voy a invertir mi dinero en la bolsa, mejor hacerlo en algo que tenga sentido para mi y en algo que no me agobia. Lo cuál me lleva a secreto número 5

Secreto #5 Invierte simple

La mejor manera de tener acciones comunes es a través de un fondo de índice – Warren Buffett
Es imposible batir el mercado, si no te llamas Warren Buffett. Como dije en el punto anterior tengo mis dudas sobre los “expertos” financieros que venden productos financieros. Al final no son economistas, son vendedores y su trabajo es vendernos sus productos, sea un fondo de inversión o “acciones seguros”.
Buffett ha dicho una y otra vez que es más importante seguir con el mercado en vez de fingir ser más listo que el mercado. Nadie lo es. Dice que lo más inteligente es invertir en fondos de índice. No te va a hacer rico en 1 año pero con el tiempo mejor invertir en el mercado que intentar batirlo porque te puedes arruinar.

Secreto #6 Ten un mentor en tu vida

Tuve la suerte de tener los héroes correctos. Dime cuáles son tus héroes y te diré quién serás. Las cualidades de las personas que admires son rasgos que ti, que, con un poco de práctica, puedes hacer tuyos, y si las prácticas se convertirán en hábitos. – Warren Buffett
Yo conocí a una persona hace unos años que me ha enseñado un montón, el tiene alrededor de 70 años y es/fue diseñador gráfico en Barcelona, igual que yo ahora, pero el fue activo en las sesentas. Cuándo tengo una duda, siempre quedo con él para conversar un poco, ahora tenemos una amistad muy buena y aprecio mucho su compañía y sabiduría.
Quizás no hace falta conocer alguien personalmente, leyendo biografías de personas que admiramos puede llegar a cumplir la misma función. Siempre hay cosas en las vidas de otros de que podemos aprender.

Secreto #7 Hacer dinero no es lo esencial para encontrar nuestro propósito en la vida, hacer dinero es más bien una consecuencia de nuestro propósito en vida.

Si haces algo que amas hacer, es más probable que inviertas todo tu ser en ello y eso generalmente significa hacer dinero – Warren Buffett
Se ha hablado muchas veces de que Warren Buffett aún vive en una casa de 3 dormitorios que compró hace 50 años y también el hecho de que el nunca viaja en jet privado aunque es el dueño de una compañía de jets privado pero su carácter y estilo de vida aún me fascina y sorprende. Lo que él muestra es que el dinero nunca debe ser el único objetivo y motivación aunque es vital para nuestro éxito.
¿Qué piensas sobre su carácter? ¿Crees que llevar una vida simple te hace más feliz?

Fuente: habitosvitales.com

viernes, 24 de septiembre de 2010

Organización para emprendedores solitarios

Organización para emprendedores solitarios
Los emprendedores solitarios enfrentamos el desafío de balancear el trabajo comercial o trabajo para clientes con los trabajos internos de nuestro negocio.
Normalmente, al principio, no prestamos demasiada atención al tiempo y el esfuerzo que le dedicamos a las tareas administrativas -necesarias e inevitables- que no generan ingresos. Pero hay un sinnúmero de ellas detrás de cualquier emprendimiento. Estamos muy entusiasmados con el nuevo negocio.
Sin embargo, ¡organizarse es fundamental!
Porque al principio, el volumen es manejable. Comenzamos con algunos contactos, pocas facturas, vencimientos. Tenemos todo en la cabeza y lo vamos haciendo en la medida en que surge. Pero de pronto, ¡genial!, un gran pedido de una importante empresa o tres nuevos clientes juntos.
Claro, ¡estamos siendo exitosos!
Y es justamente en ese momento, en el que debiéramos estar felices, festejando, que la celebración se empaña con el estrés provocado por falta de organización. Y comenzamos a actuar reactivamente…
Lo ideal es implementar procedimientos y los sistemas administrativos básicos desde el primer día. De esta manera, estaremos preparados para que el negocio se desarrolle y crezca sin complicaciones. Para tener un negocio exitoso, ¡organizarnos desde el comienzo ahorrará muchos dolores de cabeza en el futuro!
A continuación algunos breves consejos para comenzar a organizarnos: La Oficina Ante todo, equipar la oficina. Invertir algo de dinero y organizar el espacio para que resulte cómodo y funcional. Algunos otros elementos que considero necesarios son:
• Bandejas apilables: son un buen recurso y tener al menos dos -una de entrada y otra de salida- ayuda a organizarse. Al menos, tenemos un lugar donde poner todos los papeles (y papelitos) que debemos procesar en algún momento.
Archivo: tema aburrido y álgido para muchos. Sin embargo, es importante prever el espacio y el mueble o los estantes necesarios para archivar nuestros papeles. Dedicar cierto tiempo a ello ahorrará muchísimo tiempo después. Si bien todos intentamos utilizar menos papel, tendremos documentación impresa. Al principio, podremos abrir sólo grandes categorías como finanzas, clientes, marketing, proveedores, etc. Inclusive, las ahora no tan populares carpetas colgantes pueden ser una solución para quienes deseen evitar tener que perforar cada documento para guardarlo en una carpeta. Otro elemento práctico es un fuelle. Yo lo utilizo para archivar las facturas de servicios como luz, gas, teléfono, etc., fácilmente.
• Teléfono: si trabajamos desde tu casa, una buena idea es solicitar otra línea para nuestro negocio. Actualmente, las soluciones disponibles de VoIP te permitirán tener una segunda línea a un costo muy accesible.
La Computadora Si bien la computadora debiera algo más dentro de la categoría "oficina", merece consideración aparte. Básicamente, porque dentro de la computadora hay toda otra oficina. Más aún, dedicar cierto tiempo a aprender cómo utilizarla más y mejor es una gran inversión.
Archivo: una buena idea es generar dentro de la computadora (normalmente dentro de Mis Documentos) un archivo que también contenga las categorías generales que creamos para el archivo físico. Tener los archivos digitales bien organizados desde el principio también facilitará la tarea cuando el volumen sea mayor.
• E-mail: ¡por momentos una bendición y en otros una tortura! Organizar bien los e-mails facilitará las cosas. Aquí también podremos crear carpetas y subcarpetas. Más aún, los filtros son una poderosa y excelente forma de ahorrar tiempo. A través de ellos, los e-mails se archivan automáticamente en sus correspondientes carpetas. Evitamos así el gran volumen de correos en la bandeja de entrada. Luego, identificaremos rápidamente nuestras prioridades y podremos leer correos menos importantes cuando disponemos del tiempo necesario.
Backup o copias de resguardo: algo que no necesita demasiada explicación. Son máquinas, pueden fallar. Una rutina de backup frecuente, por más pereza que nos dé, ¡es importantísima!
La Agenda Sea que manejemos la agenda de manera manual o a través de la computadora, el gerenciamiento del tiempo es una actividad crítica para cualquier persona en busca del éxito. Idealmente, debemos agendar absolutamente todo. No solamente las reuniones sino también las actividades que realizamos por nuestra cuenta (esto incluye tiempo para leer y responder a e-mails, para facturar, para trabajar en determinados proyectos, para ordenar, para archivar, etc.).
Organización General Tener un listado de las tareas a realizar es siempre muy bueno. Es más, sugiero tener más de una lista de tareas. Un pequeño sistema de listados es lo ideal: el listado de las tareas diarias, otro de las tareas mensuales y también un listado de ideas. Anotar todo es fundamental.
Como bien menciono en mi mini-curso de Productividad Libre de Estrés, tener un sistema confiable en el cual anotar todas las cosas pendientes reduce mucho los niveles de estrés y permite preocuparnos únicamente por las tareas concretas que debemos que realizar en ese momento. Más aún, sistematizar todo lo que podamos es una excelente técnica. Conviene desarrollar e identificar los procesos, políticas, formularios, etc. del negocio con anticipación. Algunos ejemplos pueden ser:
Facturación: definir que día del mes facturaremos y marcarlo en la agenda de manera recurrente.
• Pagos: establecer una rutina y agendar los vencimientos.
• Documentación general: diseñar los modelos de contratos, cartas de ventas, planillas, etc. que utilizaremos en el negocio. Algunos ejemplos pueden ser tener listo un formulario de alta de cliente, una planilla con todos nuestros datos para enviar a nuestros clientes o proveedores, etc..
Base de Contactos: papeles y papelitos Importantísimo punto: nuestros contactos. Todos adherimos a la gran importancia que tiene la red de contactos en cualquier negocio. Sin embargo, caemos en la realidad de anotar nombres y teléfonos en papeles, papelitos, servilletas de papel, etc. Saber qué hacer con ellos es fundamental. Ya sea que manejemos nuestra base de contactos a través del programa de correo electrónico, de la “Palm”, la “Blackberry” o de cualquier otro sistema, habituarse a poner todos esos papelitos (¡que seguro tendremos!) en un solo lugar, siempre es una buena práctica.
Agendarse al menos 10 minutos, una vez por semana y procesarlos, cargándolos en una base de datos sería lo ideal. Toma sólo 21 días para que algo se convierta en hábito. Por lo tanto, hagamos este esfuerzo por 3 semanas y, ¡nunca más habremos perdido un contacto! Espero estos consejos te ayuden a organizarte mejor. ¡Feliz organización y éxito en tus negocios!

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