Por: Liliana Llanos - Lun, 31/03/2014
Facilita y permite que los actos de una persona se basen en principios y valores, lo que redunda en beneficio propio y de la sociedad. Se trata de la ética, conducta fundamental en toda actividad humana que promueve los comportamientos moralmente correctas que deben tener los individuos entre sí. No obstante, en el ámbito profesional, la ética busca regular las actividades que se realizan en el marco de una profesión; pero cuando ésta no se aplica de manera correcta, puede afectar negativamente a otros. Por ello, la instauración de códigos deontológicos o disciplinarios en el trabajo resultan claves.
"Un profesional que no es ético puede generar consecuencias negativas en la vida de otras personas. A modo de ejemplo, si se es médico, abogado o político, se puede cambiar el destino de esa persona, de la familia y de la sociedad", dice Regina Zambrano, catedrática de Responsabilidad Social y Legislación Empresarial de ESPAE-ESPOL.
Para César Arjona, profesor de ESADE, la violación de códigos deontológicos afecta a la totalidad de la vida laboral y profesional, "ya que tales comportamientos pueden acarrear sanciones graves e incluso la expulsión de la profesión", asegura.
Agrega que no ser ético o trabajar en un entorno que no lo es "puede generar en grado variable consecuencias de todo tipo: problemas personales o de conciencia, falta de sentido del propio trabajo y, por supuesto, perjuicios de reputación para con colegas, clientes o la sociedad en su conjunto".
De acuerdo al académico, si bien en términos generales la ética se aplica en la actividad laboral, es muy difícil afirmar que el comportamiento moralmente correcto de los profesionales - más allá de lo que digan los códigos deontológicos- es frecuente.
"En general la ética profesional sí se aplica, dado que si existiera una inaplicación generalizada, es decir, si los profesionales actuaran por definición de manera inmoral, sería muy difícil que las profesiones pudieran ni siquiera funcionar", comenta Arjona.
Sin embargo y pese a que en todas las profesiones debería ejecutarse, el especialista sostiene que la necesidad de ser ético es más obvia en "aquellas que se ocupan de un bien público fundamental, como puede ser la salud, la educación, la justicia o el acceso a la información".
En concreto, enfatiza el experto español, "hay que prestar especial atención a aquellas profesiones que por su propio contenido exigen al profesional actuar de maneras que pueden ser éticamente problemáticas. El ejemplo más claro tal vez sea el de los abogados, cuyo principal deber es la defensa de los intereses de su cliente, intereses que pueden estar enfrentados con el interés general de la administración de justicia", señala.
Formación académica
De acuerdo a Zambrano, de ESPAE-ESPOL, si bien la ética con sus principios y valores es eterna, irrenunciable y necesaria, "es influenciada por la moral y sabemos que la moral cambia y se transforma acorde con las circunstancias de la vida misma".
Por otro lado, afirma la experta, la influencia de las nuevas tendencias de la ética actual también han transformado decididamente los aspectos más importantes de la vida: religión, costumbres, política, estética, entre otros. De ahí que la enseñanza de esta conducta sea fundamental, sobre todo en las academias insertas en sociedades pluralistas.
"La formación académica sobre ética es indispensable para los profesionales porque serán éstos los que representen el futuro de esa sociedad", señala Zambrano.
Arjona, por su parte, sostiene que este tipo de formación permite sensibilizar al profesional hacia la dimensión ética de su trabajo, darle herramientas conceptuales para enfrentarse a ella y ser consciente del sentido de su profesión y del papel social que juega.
"Conocer una teoría ética no hace que uno se vuelva mejor persona, de la misma manera que la formación académica sobre la ética profesional no logra por sí misma que el profesional actúe mejor éticamente", dice. "Pero este tipo de formación sí puede ayudar a cambiar actitudes, de una manera tal vez indirecta pero fundamental", asegura el profesor.
En ese sentido, Zambrano destaca que la enseñanza de la ética puede ayudar a reflexionar sobre cuál es el mejor comportamiento del ser humano, "con independencia o más allá de la moral que nos transmitió el entorno familiar o los principios religiosos y contribuye a dar, explicar o hacer reflexionar algo que debe empezar desde el mismo hogar".
Fuente: http://www.educamericas.com/articulos/reportajes/la-importancia-de-cultivar-la-etica-profesional