Mujeres que no postergan la maternidad, sino que la gestionan profesionalmente. Mujeres que prefieren los cursos de especialización que los grados académicos. Estas son algunas características de las ejecutivas que han logrado encumbrarse en gerencias y directorios.
Por Mónica Stipicic H.
"Creo firmemente que los cargos ejecutivos no tienen género; tienen requisitos de conocimiento, manejo y habilidades blandas que deben cumplir sus ocupantes", explica Jacqueline Millar, gerente de Recursos Humanos del grupo Tattersall. Sus palabras se repiten casi como un mantra entre las mujeres que han logrado cargos altos en las empresas, destacando en un mundo que, aunque no les guste, sigue siendo dominado por los hombres.
Las cifras fueron expuestas en enero en el seminario "Liderazgo de la mujer en cargos ejecutivos": sólo un 21,7 por ciento de los cinco mil puestos de toma de decisión son ocupados por mujeres. Los números varían de acuerdo al área. Mientras el ámbito público concentra un mayor porcentaje de participación femenina en este tipo de trabajos y llega al 34 por ciento, hay áreas como el retail donde solo el 5,5 por ciento de los ejecutivos son mujeres.
Las mujeres en directorios son todavía menos. De las 40 empresas Ipsa, es decir aquellas más transadas en la Bolsa, solamente 13 tienen una directora. De un total de 331 cargos de este tipo, 18 asientos son ocupados por una mujer. Es decir, el 5,4 por ciento. Aunque la participación ha subido en los últimos años -el 2011 era el uno por ciento - seguimos en los últimos lugares de los países OCDE (22 de 25) en participación femenina en directorios de empresas. "Sigue siendo una proporción muy baja, totalmente a destiempo de lo que sucede en el resto del mundo", explica Alejandra Sepúlveda, directora ejecutiva de Comunidad Mujer. En España, por ejemplo, alcanzan el 22 por ciento mientras que China lleva la delantera con un 51 por ciento.
¿Cómo son las mujeres que sí han llegado a los cargos directivos? ¿Hay características propias de su género que las definen? ¿Qué prejuicios han tenido que vencer y cómo concilian temas como trabajo con maternidad? Para contestar estas preguntas un grupo de investigadoras de las universidades Finis Terrae y Diego Portales, crearon el Observatorio de Management Femenino desde el cual entrevistaron a 275 mujeres que ocupan o han ocupado altos cargos de dirección y gestión de organizaciones en la empresa u organismos públicos en Chile, material a partir del que fueron construyendo un perfil de la ejecutiva chilena.
Programadas
¿Se puede ser madre, pareja y profesional encumbrada al mismo tiempo? Las mujeres entrevistadas en la investigación lo están intentando. El 55 por ciento de ellas tiene entre 30 y 49 años, el 70 por ciento tiene hijos (un cuarto tiene entre tres y cuatro niños), el 63 por ciento está casada y más de tres cuartos de ellas tiene apoyo doméstico en su casa. Todas las entrevistadas trabajan tiempo completo, pero el 83 por ciento dice que la empresa en la que lo hacen les da flexibilidad laboral. Respecto de los ingresos, el promedio de las rentas de las encuestadas es 2.769.796 pesos.
En materia educacional, el 70, estudió en un colegio privado, nueve de cada 10 es profesional universitaria y dos tercios de ellas dicen que hablan inglés. Una de cada cinco tiene algún estudio de posgrado, pero en general no le dan tanto valor a estos como los hombres. Las entrevistadas le asignan más importancia a la experiencia y dicen que prefieren los cursos de formación específica que pueden ir adquiriendo sobre la marcha. "Hay cosas más importantes para ellas, la iniciativa, confianza, resolución de conflictos, el networking, la pasión y la adaptación al cambio. Por lo mismo, puede valer más un coaching que un diplomado", dice Patricia Acevedo, ingeniera comercial, investigadora de la UDP y una de las autoras del estudio.
Una cosa que aparece en la investigación es que estas mujeres planifican mucho. La relación con los hijos es un claro ejemplo. "Postergar o dejar de lado la maternidad no es un tema para ellas, sino más bien la están gestionando". Eso quiere decir que la organizan muy eficientemente. La investigadora explica que por ejemplo piden las citas con pediatras y profesores con mucha anticipación, "que son marcadas como una reunión más en sus agendas… No permiten que la maternidad sea un obstáculo en sus carreras y, para eso, la administran", explica Cristina Hube, directora de desarrollo de la Facultad de Negocios de la Universidad Finis Terrae.
El apoyo de la pareja influye enormemente. "Los dueños del club son dos y no es la mujer sola. Esa es la clave, ambos son responsables y trabajan en ello", aclara Jacqueline Millar para explicar la forma en que ella y su marido se organizan en las tareas cotidianas. Como ella, el 61 por ciento de las encuestadas en este estudio reconoce apoyo, principalmente en la organización del hogar y el cuidado de los hijos. "El hijo requiere a la madre y esa necesidad te obliga a ausentarte de tu trabajo por un tiempo. Esa ausencia significa que otros deben tomar tus responsabilidades, por lo que pierdes y ante eso no tienes opción. Obviamente no hay una fórmula, pero tengo claro que es factible tener tiempo para todo, pero cada tema tiene su propio tiempo: hay un tiempo para la maternidad, para estudiar, para perfeccionarte, para asumir nuevos desafíos. Todo hay que hacerlo de común acuerdo con la pareja, adquirir compromisos juntos y contar con una red de apoyo", explica Lorena Bulnes, gerente de Rabobank.
Liderazgo diferente
Si tuviera que enumerar las características que la llevaron a ocupar un cargo ejecutivo, Lorena Bulnes tiene clarísimo el orden: la empatía, la facultad de crear espacios comunes del equipo, la proactividad, la habilidad de leer dificultades y transformarlas en oportunidades, y generar soluciones creativas ante problemas y llevarlas a la práctica.
El 42% de las mujeres que participaron en el estudio asegura que su profesionalismo y responsabilidad fueron elementos clave para llegar a su cargo. Una de cada 10 dice que la pasión y la motivación fueron fundamentales y sólo el 4 por ciento atribuye su llegada al cargo a su capacidad de innovación y creatividad.
Alejandra Sepúlveda, directora ejecutiva de Comunidad Mujer, asegura que la rentabilidad de una empresa aumenta cuando existe presencia femenina: "eso pasa porque se desempeñan mejor en dimensiones relevantes como el desarrollo de personas, la motivación de equipo, son buenos modelos de rol para otras mujeres, generan estimulación intelectual y una comunicación eficiente. Mientras los hombres promueven un estilo más individualista de corregir y controlar, ellas buscan inspirar".
"Una de las características de liderazgo que más promuevo es 'hacer que las cosas pasen'. Algunos se quedan en la etapa de generar ideas o planificarlas, pero es necesario hacer todo para que se implementen y así lograr el resultado o impacto requerido. Lo femenino prima en las relaciones interpersonales a todo nivel, algo de intuición y las comunicaciones efectivas", dice Jacqueline Millar, de Tattersall.
Aunque se trata de mujeres encumbradas el tema del machismo ronda. Cerca de un tercio de ellas considera que este es una de las principales barreras que tienen las mujeres para acceder a cargos directivos. Esto según la directora de la escuela de Ingeniería Comercial de la Finis Terrae, Macarena de Castro, investigadora en el estudio, se traduce en cosas muy concretas: "Todavía hay decisiones de negocios que se toman en comidas o en una cancha de golf, en cualquier momento, hora o lugar. Y eso es más complejo para las mujeres, que son más eficientes y prefieren hacer el trabajo en la oficina en el horario laboral. Han tenido que adaptarse a ciertos códigos y hasta masculinizarse para poder encajar. Y eso es que lo que debe cambiar al interior de las organizaciones, es importante redefinir esos cargos".
Y en ese sentido, el estudio realizado señala varios puntos importantes. Por ejemplo, en la percepción que estas mujeres tienen respecto de su propio estilo de liderazgo. La opción "Crear clima de satisfacción y compromiso donde predomina el apoyo mutuo" es, por lejos, la más mencionada. Mientras que al momento de las barreras de acceso, un 37,2 por ciento de las mujeres se inclina por conceptos como Machismo, falta de equidad, discriminación y desigualdad. Respecto de las dificultades más comunes para desempeñar sus cargos, llama la atención que la mayoría se inclina por la inexistencia de políticas de protección en la empresa que cubran los desajustes generados por la maternidad.
"Creo en la capacidad de la mujer y del hombre en cargos ejecutivos, pero actualmente estos siguen llenos de hombres. Por mi visión y mi experiencia, las mujeres que actúan como hombres son las que han ido tomando cargos ejecutivos, aunque creo que se puede construir una carrera profesional que respete los rasgos y características femeninas. Para lograrlo, es importante que los procesos de búsqueda no se restrinjan por género, que las propias mujeres sean capaces de tomar nuevos desafíos, que existan las condiciones laborales y la disposición gerencial para que se pueda lograr un equilibrio entre lo personal y laboral, y que se creen redes de búsqueda laboral especialmente para mujeres. Así, entre nosotras nos apoyamos en el desarrollo profesional", dice Lorena Bulnes.