Hoy en día existen muchos libros, cursos, facilitadores que hablan del Éxito y de cómo conseguirlo. Definitivamente uno de los factores clave para tener éxito en la vida es la forma en la que vemos el fracaso.
Existen dos posiciones antagónicas que nos pueden explicar la forma de percibir el fracaso. La primera, aquélla donde el fracaso es nuestro destino, algo de lo que no podemos escapar, es el destino inexorable, la cruz que debemos llevar todos los mortales; en esta parte es donde nos sentamos a llorar nuestras penas sin hacer nada. Otra posición es la de revisar la situación y aprender, dónde estuvo la falla, qué lección podemos tomar de lo que pasó, mantener la actitud positiva y no desmayar hasta obtener lo que deseamos. Warren Bennis entrevistó a setenta importantes ejecutivos en diversas ramas y descubrió que ninguno de ellos consideraba que sus errores fueran fracasos. Al hablar, ellos los llamaban “experiencias de aprendizaje“, “el precio pagado”, y “oportunidades de crecimiento”. Para ilustrar lo que digo, voy a poner el ejemplo de los grandes científicos, todavía no conozco ningún invento en la humanidad que haya salido bien y perfecto a la primera vez. En todos los casos tuvo que haber miles de experimentos, millones de ensayos y errores.
Thomas Edison hizo más de 5000 intentos antes de inventar el bombillo de luz; ustedes se imagina si alguno de estos científicos hubiese adoptado la primera actitud explicada anteriormente, si esto fuese así, no hubiésemos avanzado más allá de la época de las cavernas y andaríamos desnudos comiendo lo que encontráramos como animales.
Lo que nos distingue como seres humanos es la capacidad de aprender: definitivamente, lo que más nos enseña son nuestros fracasos. Un fracaso es un camino menos que debemos tomar hacia el éxito, si usted tuviese que escoger entre diez caminos para obtener un tesoro ya hubiese ido por cinco de ellos, le faltarían cinco por tomar. Ahora suponga que conoce a alguien que ya recorrió tres distintos a los suyos, si unen su aprendizaje sólo faltarán dos caminos. Ésta es la lección: aprender del fracaso, aprender de los errores para saber cuáles son las consecuencias de una determinada acción.
Lo que pasa es que tomamos el fracaso en forma aislada, nos desmotivamos y frustramos, y nos sentimos unos fracasados, cuando realmente lo que tenemos que ver es el contexto global. La vida está llena de oportunidades, con cada decisión nos exponemos al fracaso, esto es matemática pura, un porcentaje de errores en base a las oportunidades. En el béisbol, un bateador es considerado una estrella cuando logra obtener 7 errores de cada 10 veces que batea, en este caso el porcentaje de error está en el 70 %.
Si usted toma decisiones algunas cosas fallarán, es tan simple como eso. La dimensión del fracaso se la damos nosotros mismos, de una forma subjetiva. La forma que miremos el fracaso puede determinar nuestros éxitos futuros.
Le damos al fracaso dimensiones de catástrofe por miedos internos que tenemos en mayor o menor medida todos los seres humanos, estos miedos se van formando desde temprana edad y pueden ser verdaderos obstáculos para nuestro crecimiento en la vida. Es en nuestro interior que se desarrolla esa incapacidad de aprender de nuestros errores, esto trae consigo: frustración culpa y dolor. De hoy en adelante los invito a aprender de los errores y a triunfar.
Autor: Jonny Martínez es Economista, Conferencista, Autor y Consultor de Negocios, Editor de Liderazgo y Mercadeo, http://www.liderazgoymercadeo.com.
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