Flexibilidad
Una buena parte de los problemas que esta situación puede generar vienen derivados de la sensación de menos tiempo personal que produce el acortamiento de los días. Resulta una buena idea flexibilizar en la medida de lo posible las horas de trabajo para de este modo poder aumentar la sensación de control sobre nuestra producción, es una idea que no todos pueden poner en práctica de manera clara, pero, se debiera aplicar en la medida de lo posible, incluso en entornos poco flexible a través de las posibles variaciones de determinados horarios de entrada y salida.
Objetivos
Ahora más que nunca pueden ser relevantes los objetivos a corto plazo. Saber establecer objetivos a corto plazo impide en principio el desarrollo de grandes estrategias a largo plazo, o de sensaciones de carga de trabajo excesivas largo del tiempo. Por el contrario las estrategias a corto plazo y los objetivos para pequeños periodos de tiempo, se tornan más dinámicos, y, además, ofrecen la ventaja de la satisfacción de la productividad cumplida cada menos tiempo.
Ambiente de trabajo
Este empieza a ser un momento del año en el que corremos el riesgo de que nuestra oficina, por ejemplo, esté demasiado caliente o demasiado fría. Es un momento un poco complicado para la elección del ambiente de trabajo lo que a temperatura se refiere, pero, esto es importante ya que tanto un exceso de calor como un exceso de frío son grandes amigos de la falta de productividad más en una situación de factores de riesgo añadido como la de este cambio horario. Es importante tratar de adecuar las temperaturas a todos, y en todo caso, proporcionar la posibilidad de gestionar en la medida de lo posible los espacios propios de trabajo en lo que a temperatura se refiere.
Alimentación
Siempre es un elemento básico directamente relacionado con la productividad, más en una época como el otoño y el invierno donde, tras el cambio horario, a partir de determinadas horas la sensación de cansancio puede tener mucho que ver con lo que hayamos ingerido en la comida más las propias sensaciones que el día corto nos proporciona. Es muy interesante organizar una dieta saludable, evitar las comidas excesivamente copiosas, repartir las indigestas a lo largo de todo el día procurando que nuestra dieta sea rica también en verduras y frutas (algo que olvidamos con demasiada frecuencia en invierno)
Equipo
Aunque a priori pueda parecer un poco cursi, lo cierto es que el fin del otoño y las sensaciones que los días más cortos producen junto al frío y en general un ambiente climático desapacible, invita a la unión de las personas más que otras épocas del año, Es por tanto también un gran momento para aumentar los niveles de cohesión de los equipos profesionales a través de, no solo las propias estructuras de trabajo si no de acciones en paralelo que perfectamente pueden realizarse dentro o fuera del centro laboral, pero que impliquen al máximo de integrantes del equipo o los equipos.
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