Al igual que las grandes compañías, nuestro presupuesto familiar o personal requiere de planificación y control. Un registro sincero y honesto de ingresos y gastos permitirá planificar mejor las compras, reducir gastos, iniciar un plan de ahorro y lo más importante, evitar sobre endeudarnos.
Carecer de un plan financiero es el error más común que cometemos, y la situación se agrava si consideramos que éste es el factor más elemental para manejar los recursos económicos. El profesor Luis Sanz de la INCAE Business School, Costa Rica, asegura que proyectar nuestros gastos no es un proceso complejo y es de gran utilidad.
"Se puede comenzar por hacer un presupuesto de ingresos y gastos. De esta forma nos podemos dar cuenta si los ingresos proyectados son suficientes para las actividades que pensamos hacer, y si no podemos hacer los ajustes correspondientes", dice Sanz.
Arturo García, académico de la Maestría en Finanzas de ESAN Graduate School of Business, Perú, nos entrega algunos consejos muy sencillos de seguir, tanto para elaborar el plan financiero como para controlar los gastos y no adquirir una deuda mayor a nuestra capacidad de pago.
- Elaborar un presupuesto mensual en el que se incluya un monto destinado al ahorro.
- Ordenar por tipo de gasto, los rubros de pagos en nuestro presupuesto: alimentación, educación, transporte, salud, deuda, ahorro, diversión, etc. Así será más fácil visualizar la dimensión de los mismos y priorizarlos.
- Tener solo una ó máximo dos tarjetas de crédito.
- Pagar al contado todas las compras cotidianas del mes.
- No usar la tarjeta de crédito para compras pequeñas.
- En el caso de tarjetas de crédito, no cancelar solo el pago mínimo, sino realizar un pago mayor.
- No realizar compras por impulso.
Si ya cuentas con una planificación financiera habrás dado el primer paso, ahora el siguiente será trabajar en un plan de ahorro. García, revela que "las personas casadas deberían ahorrar por lo menos el 20% de su ingreso neto y las solteras por lo menos el 30%. En los casos de las gratificaciones y bonos debería ahorrarse por lo menos el 50%".
Sobre la estructura del plan de ahorro, Luis Sanz cuenta que "puede ser muy sofisticado, proyectando por ejemplo lo que necesitaríamos para sostener nuestro estilo de vida una vez retirados, ó mucho más modesto, tomando como meta ciertos gastos ó inversiones importantes que sepamos hoy que serán necesarias en un futuro cercano".
Sanz también recomienda considerar los servicios que prestan muchas instituciones financieras para organizar nuestros ahorros. "Ofrecen diferentes herramientas que nos pueden ayudar en este proceso, siempre que tengamos un presupuesto de ingresos y gastos".
Ahora bien, ahorrar no es tarea fácil, por lo tanto si no existe un orden o meta clara se dificultará aún más. Para facilitar este trabajo el profesor de ESAN sugiere tener presente algunos tips:
- Fijar un objetivo de inversión y definir el monto a ahorrar mensualmente para alcanzarlo.
- Incluir en el presupuesto mensual el monto destinado al ahorro.
- Apenas recibamos nuestro sueldo o ingresos, separemos el monto para el ahorro.
- Ahorrar en una cuenta diferente a la utilizada para consumos diarios.
- Evitar compras por impulso.
- No llevar con nosotros una tarjeta de crédito si no hemos decidido, previamente, efectuar una compra con ella.
¿Y qué pasa si tenemos una deuda? Lo primero es considerarla en el presupuesto mensual y fijar el monto máximo que podemos destinar a pagarla (capital e intereses).
Asimismo, consolidar todas las deudas en una sola es otra sugerencia. "Solicitar un préstamo a una sola entidad para cancelar todas las otras deudas, buscando reducir el costo financiero y tener un plazo adecuado", sostiene el profesor García.
Fuente: http://www.educamericas.com/articulos/reportajes/finanzas-personales-bajo-control
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