domingo, 26 de septiembre de 2010

Cómo alcanzar el éxito empresarial con la Inteligencia Emocional

El descubrimiento de la Inteligencia Emocional como un factor relacionado con las empresas y el liderazgo, viene a romper con muchas ideas preconcebidas o paradigmas.

Sensaciones y emociones ejercen poderosa influencia sobre el razonamiento el cuál es ejecutado en:
  • los procesos directivos de la organización,
  • los cierres de ventas, en el reclutamiento y selección de personal,
  • y en tdos los procesos de la organización donde intervengan seres humanos.

 
Selección del personal

Por muchas décadas en las empresas se han efectuado para fines de reclutamiento y selección de personal, la aplicación de exámenes psicométricos con el objetivo de determinar el coeficiente intelectual de los candidatos a ocupar puestos en la organización.
Sin embargo desde años recientes las investigaciones han demostrado que personas con altos coeficientes intelectuales, no necesariamente serán buenos empleados, o personas realizadas y positivas; estas características más bien se relacionan con el coeficiente de Inteligencia Emocional de cada persona.

Inteligencia personal

Para el éxito empresarial es un tema por muchos desconocido o menospreciado: La Inteligencia Emocional aplicada a las organizaciones. Hace tiempo escuché al Sr. Juan Tibaldi Peregrini, quien es un prestigiado investigador en el campo de la Psicología Laboral, explicando este hecho.
En su esencia la Inteligencia Emocional es la fuente primaria de la energía humana, la autenticidad, aspiración y empuje, según lo explica el especialista “Robert K Cooper” en su libro “La Inteligencia Emocional, aplicada al liderazgo y a las organizaciones”.

Además defiende que al desarrollar el coeficiente emocional podemos aprender a reconocer fácilmente y valorar las sensaciones básicas para responder apropiadamente, ya que las emociones proporcionan información vital y potencialmente provechosa, con una retroalimentación… así mismo enciende nuestra creatividad, nos permite formar relaciones de confianza con los demás y con nosotros mismos, nos aclara las decisiones importantes, y sobre todo nos proporciona una “Brújula” interior para la vida y la carrera profesional, la cuál nos facilita el encontrar soluciones trascendentales.
 
También existen test psicológicos para determinar el grado de coeficiente emocional, y analizar temas como: sucesos de la vida, presiones de trabajo, presiones personales, conciencia emocional de sí mismo, expresión emocional, conciencia emocional de otros, intención, creatividad, flexibilidad, conexiones interpersonales, descontento constructivo, valores y creencias, compasión, perspectiva, intuición, radio de confianza, poder personal, integridad, salud general (síntomas físicos, de hábitos y síntomas emocionales), calidad de vida, conciencia de relaciones y óptimo rendimiento.
 
En resumen

Un profesionista actualizado debe dominar este tema para asegurar un éxito personal y profesional; las empresas que únicamente aplican exámenes psicométricos para determinar el coeficiente intelectual, se han quedado en el pasado puesto que el coeficiente emocional es mucho más determinante.
Por Arnu Rodriguez Ayala
Coach en ventas y formador
http://www.salesplus.es/


EL SECRETO DE WARREN BUFFETT

Aparentemente Warren Buffett vive sin un móvil. Si…leíste correcto, vive sin un móvil… y yo he estado frustrado porque no me doy permiso a mi mismo comprarme un iPhone… Intento convencerme a mi mismo que lo necesito… ¿Y Buffett ni siquiera necesita un móvil? Después el salto intentaré mostrar que el inversor más exitoso del mundo se conforma con vivir en una manera muy simple. ¿Es el secreto de su éxito?

Secreto #1 La felicidad viene desde dentro

En mi vida adulta de negocios nunca he tenido que elegir entre lo profesional y lo personal. Bailo claque yendo al trabajo, y cuando llego me divierto tremendamente – Warren Buffett
Me parece que Warren es un hombre que estima lo que hace o, mejor dicho, le apasiona su oficio. Estoy 100% de acuerdo. Si encuentras lo que te apasiona en la vida es mucho más fácil ser feliz. Yo lo descubrí con el diseño gráfico y el día cuándo abrí mi pequeño estudio  estuve en el séptimo cielo.
No hago mucha diferencia entre mi vida profesional y personal porque se mezclan, a veces es una obsesión, p Ej. identificar tipografías en la calle es algo que me divierte mucho.
También resulta más fácil ser productivo cuando tu trabajo te apasiona y aún más si trabajas por propia cuenta. Como he mencionado antes no creo que el dinero nos hace especialmente felices, hacer lo que nos apasiona si.
Creo que el Oráculo de Omaha está de acuerdo.

Secreto #2 Encontrar la felicidad en placeres simples.

Tengo placeres simples. Juego bridge online 12 horas por semana. Juego con Bill. El es “chalengr” y soy “tbone” – Warren Buffett
¡Buffett jugando al bridge con Gates! ¿Existe una diversión más simple que jugar a las cartas? En todos modos, una vez más tengo con confesar que estoy de acuerdo con Buffett. ¡Yo llevo toda la vida tocando el piano o la guitarra y tocando la guitarra es uno de esos placeres simples, vale, una guitarra vale un poco más que barajas pero no tanto!
Otro placer simple que disfruto es el de cocinar, y aún más si lo haces con la familia, no tiene que ser platos extravagantes, un buen plato de espagueti carbonara es suficiente…

Secreto #3 Vivir una vida simple

Para mi es natural querer que las cosas que haga tengan sentido. No solamente en mi vida profesional si no en mi vida personal también. No me importa lo que otra gente rica hace. No necesito un barco de 405 ft porque otro tiene un barco de 400 ft – Warren Buffett
Si Warren Buffett, que tiene una riqueza con la que es más que probable puede comprarse un país, dice que la comparación con otros no vale la pena creo que hay que tenerlo en cuenta. Compararse con otros es una enfermedad y  lleva a las personas a consumir más para poder fanfarronear en el próximo evento social.
Hace unos años esa actitud me llevó a utilizar mis tarjetas de crédito hasta que no me daban más. Como algunos de vosotros ya sabéis, uno de los objetivos para mi este año es el de no tener más deudas de tarjeta de crédito. Aún más importante que pagar la deuda es empezar a cambiar la manera de pensar, e intentar compararse con uno mismo en vez de otras personas.

Secreto #4 Piensa simple

Quiero ser capaz de explicar mis errores. Significa que solo hago las cosas que comprendo completamente. – Warren Buffett
Si lees los newsletters de Berkshire Hathaway puedes adivinar mucho sobre como piensa Warren Buffett. El invierte en los negocios que el y/o su socio entiende. Estoy seguro que gran parte del éxito de Warren Buffett está en su habilidad y voluntad de pensar simple.
A mi la bolsa no me interesa demasiado, o mejor dicho, no la entiendo y siempre he apostado por invertir en fondos de inversión porque así utilizo el conocimiento de gente que supuestamente saben descifrar y analizar el mercado. Digo supuestamente porque después de haber leído unos libros e investigado un poco más sobre el mundo de inversión he entendido que estos llamados expertos realmente no saben mucho más que yo.
He entendido que si voy a invertir mi dinero en la bolsa, mejor hacerlo en algo que tenga sentido para mi y en algo que no me agobia. Lo cuál me lleva a secreto número 5

Secreto #5 Invierte simple

La mejor manera de tener acciones comunes es a través de un fondo de índice – Warren Buffett
Es imposible batir el mercado, si no te llamas Warren Buffett. Como dije en el punto anterior tengo mis dudas sobre los “expertos” financieros que venden productos financieros. Al final no son economistas, son vendedores y su trabajo es vendernos sus productos, sea un fondo de inversión o “acciones seguros”.
Buffett ha dicho una y otra vez que es más importante seguir con el mercado en vez de fingir ser más listo que el mercado. Nadie lo es. Dice que lo más inteligente es invertir en fondos de índice. No te va a hacer rico en 1 año pero con el tiempo mejor invertir en el mercado que intentar batirlo porque te puedes arruinar.

Secreto #6 Ten un mentor en tu vida

Tuve la suerte de tener los héroes correctos. Dime cuáles son tus héroes y te diré quién serás. Las cualidades de las personas que admires son rasgos que ti, que, con un poco de práctica, puedes hacer tuyos, y si las prácticas se convertirán en hábitos. – Warren Buffett
Yo conocí a una persona hace unos años que me ha enseñado un montón, el tiene alrededor de 70 años y es/fue diseñador gráfico en Barcelona, igual que yo ahora, pero el fue activo en las sesentas. Cuándo tengo una duda, siempre quedo con él para conversar un poco, ahora tenemos una amistad muy buena y aprecio mucho su compañía y sabiduría.
Quizás no hace falta conocer alguien personalmente, leyendo biografías de personas que admiramos puede llegar a cumplir la misma función. Siempre hay cosas en las vidas de otros de que podemos aprender.

Secreto #7 Hacer dinero no es lo esencial para encontrar nuestro propósito en la vida, hacer dinero es más bien una consecuencia de nuestro propósito en vida.

Si haces algo que amas hacer, es más probable que inviertas todo tu ser en ello y eso generalmente significa hacer dinero – Warren Buffett
Se ha hablado muchas veces de que Warren Buffett aún vive en una casa de 3 dormitorios que compró hace 50 años y también el hecho de que el nunca viaja en jet privado aunque es el dueño de una compañía de jets privado pero su carácter y estilo de vida aún me fascina y sorprende. Lo que él muestra es que el dinero nunca debe ser el único objetivo y motivación aunque es vital para nuestro éxito.
¿Qué piensas sobre su carácter? ¿Crees que llevar una vida simple te hace más feliz?

Fuente: habitosvitales.com

Introducción al Plan de Negocio para una Nueva Empresa

Si piensa que tiene una gran idea para un negocio, ahora lo que usted tiene que hacer es crear un Plan de Negocio que ilustre cómo su idea es realmente viable en la práctica.

Si su Plan revela en última instancia que no es realista ¿ha perdido el tiempo?… no realmente. De acuerdo con lo que ha descubierto, puede alterar su plan o decidir dejar su idea antes de entrar a gastar tiempo, dinero y esfuerzo.

Desde el principio del redactado del Plan es crucial tener atención al detalle y diseñar una buena presentación, pulida y profesional.

Éstos son los requisitos básicos:

Una portada que incluya un título, una breve descripción del plan (si procede), nombre de la empresa, nombre y apellidos del autor, fecha y lugar.

Una introducción que seduzca, con una descripción general de cuál es el objeto del Plan y sus fines.

Un excelente documento de síntesis, resumen total del contenido. Esto es lo que se llama el Executive Summary de su plan. Los inversores por ejemplo quieren leer primero este documento, con los hechos, los números y los resultados.

Un análisis externo sobre el detalle del ambiente actual del mercado ¿Cuáles son las tendencias actuales?

Una ojeada a la competencia ¿Quiénes son? ¿Qué hacen? ¿Cómo lo hacen? ¿Cómo son de similares y lo que los diferencia?

Un análisis interno bien informado ¿Cuál es su negocio principal? ¿Qué servicio o producto está intentando vender? ¿Qué herramientas necesita? consideraciones sobre la comercialización

Un análisis de Fuerzas, Debilidades (relativas), Oportunidades y Amenazas.

Un plan de actuación, mencionando dónde quiere estar en el futuro y lo que necesita hacer para conseguir llegar allí…

Detalle cómo, en la práctica, piensa alcanzar sus metas. ¿Cómo usted logrará un resultado rentable y cuándo?

Asegúrese de que su Plan sea específico, medible y realizable.

Coloque apéndices, con números y documentos de las investigaciones que haya hecho para redactarlo.

Esto es una guía de carácter general y breve, valida sólo para los poco conocedores de este importante documento en la puesta en marcha de una empresa, llave para cualquier nuevo negocio.

En nuestro blog www.empresadehoy.com encontrará artículos con detalles adicionales y cuadernos empresariales relativos al tema en nuestra tienda en Internet www.institutointec.com

Alberto Aguelo

Fuente: www.empresadehoy.com

Tecnicas PNL y Estados Internos

En PNL los Estados Internos (EI) son los disparadores del estado de ánimo. Y el estado de ánimo a su vez dispara emociones, y las emociones a su vez generan comportamientos (controlados por esas emociones).

Por más que tratemos de “racionalizar”, las emociones se notan. Ante la aparición de una emoción,como por ejemplo la timidez, por más que racionalicemos “diciéndonos” que para esa situación no es “lógico” sentirnos con timidez, , será muy dificil evitarla, ya que algun gesto o cambio de color en la piel, es decir alguna manifestación desde lo corporal,se hará presente…

El cuerpo no miente, y esto es realmente así!

En la programación neurolinguistica,las emociones, que provienen de los estados de animo ,que a su vez provienen de los estados internos( que tienen que ver con las submodalidalidades), tienen su correlato en el cuerpo.

Lo mismo pasa con el enojo. Por más que controlemos nuestras palabras, cuando el enojo, es pronunciado, adoptaremos una postura corporal que le corresponde, tal vez levantemos el tono de voz, etc.

Este lenguaje corporal es percibido claramente por otras personas, no estando esto en sí mismo ni bien ni mal, simplemente sucede lo evidente, ya que se da de manera inconsciente.

Uno de los postulados de la PNL afirma que las personas construimos nuestra propia realidad según nuestros estados internos.

Los Estados Internos son las imágenes, sonidos y sentimientos que experimentamos para cada situación, y puedes aprender con tecnicas pnl ,a modificarlos.

Por ejemplo si tuve una discusión en el trabajo, me iré recordando esa situación, esa imagen , esos sonidos ,las voces de las personas con las que discutí, mi propia voz…tal vez me diga a mí mismo, “debí decir tal o cual cosa…”tal vez siga enojado…

Hay tecnicas PNL que pueden ayudarte a romper con conductas, con pautas limitadoras ,trabajando directamente sobre estos estados internos,es decir modificando esas submodalidades…Hay recursos de la PNL con los cuáles puedes producir cambios de conductas que son como automáticas, que aparentemente no se pueden “controlar” o cambiar.

sábado, 25 de septiembre de 2010

El Rey y el Sabio

Hace muchos años en la lejanía, había un reino muy pacífico. Y como tenían un buen rey, los habitantes del reino eran felices y prósperos. Desafortunadamente el buen rey de repente se enfermó y murió.

Su único hijo, el cual aún era muy joven, se transformó en rey. Pero el joven rey sabía que aún no estaba preparado para las responsabilidades que devienen de reinar. Le preocupaba equivocarse y que estos errores afecten a los habitantes.

Muchos individuos de la corte eran más que felices aconsejando al rey. Uno de ellos sugirió que el rey debería dejarlo gobernar como Regente hasta que el rey sea lo suficientemente adulto para reinar por sí mismo.

El rey estaba confundido. ¿En quién podía confiar? Le preguntó a su madre qué hacer; esta le sugirió que consulte con su viejo maestro, un hombre muy sabio que se había retirado para vivir una vida de contemplación en la cumbre de una montaña muy lejos. Las preparaciones adecuadas se realizaron para tal viaje y luego de un largo y árduo camino, el rey finalmente llego a la cumbre de la montaña.

El sabio y el joven rey se saludaron con el protocolo apropiado y, al finalizar este, el sabio preguntó: “Majestad: Usted es ahora rey de un reino. ¿Por qué esta visitándome y no está en la corte gobernando su país?”

El joven rey le explicó que quería poder depender de un buen consejero pero que no sabía a quién elegir. Le mostró a su viejo maestro documentos en los que detallaban la experiencia y cualidades de cada uno de los candidatos y le pidió su consejo.

El maestro examinó los documentos y los puso a un lado. Simplemente dijo: “Usted es el rey. Usted debe decidir”

El joven rey explico que era muy joven y no tenía la experiencia necesaria para elegir sabiamente. “Sé que usted es un hombre muy sabio”, dijo, “Es por eso que le estoy pidiendo su ayuda”

Pero el maestro respondió: “No haré esto por ti”. Luego cerró sus ojos y comenzó a meditar. El joven rey estaba muy decepcionado. Varias horas después, cuando el sabio abrió sus ojos el joven rey estaba aún allí, arrodillado frente a él.

El sabio le ordenó al rey que se vaya, pero el rey decía que no se iría hasta que su maestro lo ayude a tomar una decisión. Le suplicó: “¡Ayúdame por el bien del reino!”. Viendo que su antiguo alumno era sincero y no se iría hasta que le diera una respuesta, el sabio maestro finalmente dijo, “No decidiré qué persona debes elegir pero, como insistes, te aconsejaré. Espero que luego puedas tomar la decisión correcta.”

El sabio maestro le preguntó al rey que mirara nuevamente los documentos que describían a los candidatos y que identificara a aquellos que no podrían ir a la corte regularmente debido a su delicada salud. Dándose cuenta de que estos no podrían ser sus consejeros, el rey eliminó a tres de los doce candidatos.

Luego el maestro le pidió al rey que nombrara los temas más importantes del reino. El rey contesto que quería mejorar el sistema educativo en el país y proveer mejores condiciones de vida para la gente, particularmente en las áreas rurales. También mencionó la importancia de tener una fuerte armada. El sabio dijo: “Has observado como tu padre gobernó el reino y estoy seguro que sabes qué cualidades y características son requeridas de tus consejeros”.

El rey entendió que necesitaba poder contar con las facultades de su consejero y eliminó a seis candidatos los cuales no podrían ayudarlo a lograr sus objetivos. “¿Pero cómo podré elegir entre los tres restantes?”, preguntó. El anciano respondió haciendo más preguntas: “¿Quién es el demuestra más respeto por el rey? ¿Quién es verdaderamente devoto y de confianza? ¿En quién puedes contar para defender el reino? ¿Quién no te traicionará a tus enemigos por beneficio personal?”

El joven rey pensó acerca de estas preguntas y finalmente entendió: Necesitaba un consejero con buenos y sólidos valores. Había un solo candidato en el cual podía contar, así que después de agradecer efusivamente al sabio el rey retornó al palacio y anunció su decisión. Con la orientación de su antiguo maestro, el joven rey aprendió a tomar una sabia decisión.

El consejero sirvió al rey fielmente durante años. Durante el largo régimen del rey el reino fue más próspero y los habitantes más felices.

Esta es una historia que se les da a los instructores de Taekwon-do para que entiendan los principios de esta arte marcial, y nosotros podemos aprender de ella. Es similar a lo que el coaching puede hacer por ti, el sabio maestro no le dice al joven rey lo que tiene que hacer, sino lo ayuda a entender como tomar una buena decisión basándose en principios y valores básicos.

En el coaching, el coach no te dirá lo que tienes que hacer, sino te ayudará a reflexionar en tus valores y capacidades para que tomes acción sobre tu vida, y puedas alcanzar las metas que te propones.

El coaching te da las herramientas, distinciones y habilidades para que puedas mejorar tu vida, tus relaciones, tu trabajo y todas las áreas que quieras mejorar.

Te invito a reflexionar sobre las siguientes preguntas:

¿Cómo tomo mis decisiones?

¿Tomo mis decisiones basadas en valores y en principios?

¿Soy guiado por mis emociones o puedo encaminarlas para mi bien?

Me encantaría recibir tus comentarios.

En amor y liderazgo,

Pedro Sifontes
Coach Personal

91 Virtudes y valores para tener un hijo que quiere ser empresario

91 Virtudes y valores humanos imprescindibles, que los empresarios tienen que conocer y practicar, para intentar tener éxito en los negocios
Este artículo se centra en uno de los muchos conceptos que definen la base y el éxito de un buen empresario. Cada una de estas virtudes y valores humanos, debe aprenderlos, analizarlos en profundidad y practicarlos, para localizar cuáles son los que tiene, medio tiene, no tiene y necesita fomentar para utilizarlos. Es muy difícil sacar un negocio adelante, si no ponen en práctica estas virtudes y valores humanos, pues siempre tiene que estar preparado para cuando llegue “la tormenta perfecta” que es cuando se juntan varios problemas a la vez y con gran intensidad.
Si los hijos quieren ser empresarios, tienen que ir aprendiendo a conocerlos y a practicarlos desde pequeños. No se puede concebir a un empresario, que no los practique continuamente. Es cierto que estas virtudes y valores humanos, tienen que convertirse primero en costumbres y después en hábitos. Cada uno debe mirarlos en función de su persona, del tipo de empresario que quiere ser y del negocio que quiera tener, para determinar cuáles son su prioridad y en que virtudes y valores humanos, tienen que poner más énfasis en conocer y en practicar.
91 Virtudes y valores humanos imprescindibles, que los empresarios tienen que conocer y practicar, para intentar tener éxito en los negocios:
1.       Abnegación. Se requiere hacer muchos sacrificios voluntarios o involuntarios, incluso muchas veces hacerlos por altruismo. Lo contrario es comodidad.
2.       Agradecimiento. Se debe sentir y mostrar gratitud por el trabajo que le hacen y por los beneficios que recibe. Lo contrario es egoísmo.
3.       Amabilidad. Tiene que ejercitar y comportarse siendo afable, complaciente y afectuoso. Lo contrario es descortesía.
4.       Aprender. Siempre tiene que estar dispuesto a seguir aprendiendo, en una educación continua y escuchando todas las sugerencias que le hagan. Cuanto más sepa, más prosperará. Lo contrario es mantenerse o aumentar la ignorancia.
5.       Aprovechar. Tiene que saber aprovechar muy bien las oportunidades, su tiempo y el de sus colaboradores, sacando el mejor provecho a los recursos humanos, financieros y materiales. Lo contrario es derrochar.
6.       Arrepentimiento. Tiene que saber arrepentirse, privada o públicamente de los errores cometidos, bien sean propios o motivados por él. Lo contrario es el orgullo.
7.       Autodisciplina. Junto con el autodominio, son dos de las virtudes más importantes, para saber actuar sin dejarse llevar por los vicios contrarios, como son la pereza, la holgazanería, etc. Lo contrario es el desorden.
8.       Ayudar. Debe saber hacer el esfuerzo para cooperar, auxiliar o socorrer, cuando los demás lo necesitan o incluso adelantándose. Lo contrario es negar, abandonar o estorbar.
9.       Bien común. Tiene que intentar que su empresa aporte algo positivo, para mejorar la sociedad, bien sea en productos o servicios. Lo contrario, hará que fácilmente caiga en el mal o en la indiferencia, hacia la sociedad.
10.   Carácter. Le permitirá mantener que su sí, es si, y que su no, es no, lo que le distinguirá positivamente de los demás y lo transmitirá a sus productos, servicio y a los demás. Lo contrario es flaqueza e ineficacia.
11.   Coherencia. Para mantener la buena relación de unas cosas con otras, en una actitud lógica y consecuente, sabiendo distinguir entre lo importante y lo urgente. Lo contrario es incongruencia y caos.
12.   Colaboración. Dándola y pidiéndola para formar buenos equipos, que naveguen todos y siempre en el mismo rumbo empresarial. Lo contrario es individualismo y egoísmo.
13.   Conciencia. Debe conocerse a sí mismo, interna y externamente y reflexionar sobre el bien y el mal de sus actividades. Lo contrario es insensibilidad.
14.   Confianza. Teniéndola sobre sí mismo y sobre lo que está haciendo, para que le de fuerza el hacer las cosas. Los negocios deben hacerse, la mayoría de las veces en función de la mutua desconfianza. Lo contrario es inseguridad.
15.   Conocimiento. Es imprescindible e indispensable, estar al día a través de la educación continua, de todo lo relacionado con el negocio. Activando el entendimiento, la inteligencia y la razón natural. Lo contrario es ignorancia.
16.   Constancia. Debe ser firme y perseverante en los objetivos, resoluciones y propósitos acordados. Lo contrario es flaqueza e inestabilidad.
17.   Control. Para los propios actos personales y los internos y externos del negocio, desarrollado en todos los niveles, para evitar que las cosas se vayan de las manos. Lo contrario es negligencia o descuido.
18.   Cooperación. Es la base para formar equipos con el personal, proveedores y clientes y conseguir los objetivos. Ofrecer antes de recibir. Lo contrario es egoísmo e inhibición.
19.   Cortesía. Es una de las demostraciones de la buena educación, al manifestar atención, respeto o afecto hacia otras personas, máxime cuando no se lo merecen. Lo contrario es tosquedad y ordinariez.
20.   Criterio. Una de las virtudes más difíciles de demostrar diariamente y en todos los actos del negocio. Es la norma que con juicio y discernimiento, permite conocer la verdad. Lo contrario es insensatez e inmadurez.
21.   Decisión. Pero siempre acompañada del conocimiento. Acelerarse conduce a errores. Apuntar bien, pero disparar cuando haya certidumbre. Lo contrario es flaqueza y apatía.
22.   Desprendimiento. Obrar con despego, largueza y desinterés por las cosas, aunque suponga saber perder. Lo contrario es tacañería, avaricia y egoísmo.
23.   Dialogar. Hablar y escuchar alternativamente como las personas de bien, las ideas de cada uno, buscando la avenencia coherente. Lo contrario es falta de comunicación.
24.   Diligencia. Hacer las cosas bien con prontitud, cuidado y agilidad. No es conveniente hacer las cosas mal, pero deprisa. Lo contrario es pereza.
25.   Disciplina. Hacer las cosas siempre de acuerdo con el orden establecido. Es uno de los principales cimientos, donde se asientan muchas de las otras virtudes y valores. Lo contrario es desorden.
26.   Discreción. Relacionada con la sensatez, la prudencia, y la reserva para formar opiniones y tener mucho tacto al hablar u obrar. Lo contrario es imprudencia pudiendo ser temeraria.
27.   Educación. Tanto en la formación profesional, como en la manera de comportarse con los colaboradores, proveedores, clientes y socialmente. Lo contrario es grosería o zafiedad.
28.   Ejemplo. Para que otros se sientan inclinados a imitar lo realizado, si es bueno y honesto, o para que eviten caer en lo opuesto. Lo contrario es escándalo.
29.   Entrega. Hay que tener pasión sana, por lo que se hace o se quiere hacer, poniendo mucha atención, interés y esfuerzo. Lo contrario es pasar o abandonar.
30.   Entusiasmo. Hacer las cosas que admire o cautive, con exaltación y fogosidad de ánimo, de forma fervorosa, que le mueva a favorecer los objetivos. Lo contrario es apatía y desánimo.
31.   Escuchar. Prestando atención a lo que le dicen intentando entenderlo. Escuchar bien, suele ser más difícil que hablar. Lo contrario es ignorar.
32.   Esfuerzo. Es necesario aplicar toda la posible energía, vigor, ánimo y valor para vencer las dificultades y conseguir lo propuesto. Lo contrario es dejadez o desistir.
33.   Espíritu crítico. Las críticas principales tienen que llegar de la propia persona, las del exterior puede que no le lleguen. Es bueno cuestionarse y cuestionar, todas las acciones personales y las realizadas para el negocio. Lo contrario es pusilanimidad.
34.   Estudio. Hay que dedicar muchas horas semanales a la formación y a la educación continua, para estar al tanto de lo que hay y de lo que se avecina. Lo contrario es descuidarse o abandonarse.
35.   Examen interno. Hacerlo con un sistema, que no deje resquicios a los olvidos o a la pereza de enfrentarse a situaciones propias, por muy desagradables que sean. Lo contrario es irreflexión o despreocupación.
36.   Ética. Las acciones, productos y servicios si son hechos bajo esta premisa moral, siempre darán buenos frutos. Donde falta la ética entran los problemas. La ética siempre paga buenos dividendos, Lo contrario es Corrupción.
37.   Familia. El principal objetivo de un negocio es la mejora de la familia, por lo que no puede ser un obstáculo, para que la familia se destruya. Hay que equilibrar muy bien el negocio con la familia. Lo contrario es abandono familiar.
38.   Fidelidad. Es muy importante ser leales con las personas e incluso con las empresas relacionadas. La fidelidad también paga buenos dividendos. Lo contrario es deslealtad o traición.
39.   Formación. Juntamente con el estudio y la educación, deben ser valores para tener muy presentes, si se pretende que la empresa funcione y prospere. Lo contrario es ignorancia.
40.   Fortaleza. Esta virtud humana sirve para que con la fuerza y vigor que produce, poder vencer el temor y saber huir de las malas tentaciones morales y profesionales. Lo contrario es debilidad o flaqueza.
41.   Generosidad. Tiene que ir con largueza delante o al lado de la caridad, nunca detrás, pues se antepone a la utilidad y al interés. Lo contrario es tacañería, mezquindad o egoísmo.
42.   Gratitud. Dicen que ser agradecidos es de bien nacidos, pero hay que demostrarlo y comunicarlo. Si es posible, devolver a otros los beneficios que gratuitamente hemos recibido. Lo contrario es deslealtad.
43.   Honestidad. La forma de hacer negocios, que estén relacionados con la honradez, el recato, la justicia, la razonabilidad, la rectitud y la decencia. Lo contrario es inmoralidad, maldad o desvergüenza.
44.   Honor. Mantenido en la palabra dada y en la reputación, para cumplir con los compromisos y deberes del prójimo y de uno mismo. Lo contrario es vileza, bajeza o indecencia.
45.   Honradez. Tanto en el trabajo realizado, en el precio y plazo acordado, en los salarios pagados y en el beneficio obtenido. Lo contrario es inmoralidad o deshonra.
46.   Humildad. Para conocer las propias limitaciones y debilidades y obrar en consecuencia, sin que sea falsamente, para no engañar a los empleados, clientes y proveedores. Lo contrario es soberbia, altanería u orgullo.
47.   Imagen. Tratar de mantenerla buena, ante la sociedad que le rodea, en el aspecto personal, familiar, social y profesional. Lo contrario es abandono o dejación.
48.   Justicia. Dando a cada uno lo que le corresponde o pertenece, en función de su derecho, la equidad o la razón. Lo contrario es parcialidad o arbitrariedad.
49.   Lealtad. Soportada en la fidelidad, en el honor, en la hombría de bien, en el amor, en la legalidad, en la verdad y en la gratitud. Lo contrario es traición, hostilidad o animosidad.
50.   Liderazgo. Demostrándolo continuamente, para dar ejemplo y arrastrar hacia otras virtudes y valores humanos a los colaboradores, clientes, proveedores y a la sociedad. Lo contrario es subordinación, sumisión o dependencia.
51.   Madurez. Demostrando continuamente la plenitud vital indispensable, sensatez, buen juicio y prudencia. Lo contrario es inexperiencia.
52.   Moderación. Haciendo que las palabras y las acciones sean con cordura, discreción y templanza. Lo contrario es desenfreno, abuso o exceso.
53.   Obediencia. Practicándola por jerarquía, cortesía o reconocimiento, sin que suponga sometimiento. Lo contrario es indisciplina.
54.   Objeción de conciencia. Derecho irrenunciable que tienen todos los empresarios, para no realizar negocios que vayan en contra de la moral, de la ética, de las leyes o de las buenas costumbre. Lo contrario es aprobación o conformidad.
55.   Objetivos determinados. A los que deben ajustarse todas sus acciones, para evitar distracciones o desviaciones no previstas. Lo contrario es irreflexión o ligereza.
56.   Optimismo. Actitud y propósito para ver y juzgar con realismo las cosas en su aspecto más agradable. Lo contrario es negativismo.
57.   Orden. Haciendo primero lo primero, y en el lugar que a cada cosa le corresponde. Pero sabiendo lo que se hace, se dicta, se obedece y se ejecuta. Lo contrario es anarquía.
58.   Paciencia. Teniendo que padecer o soportar algo sin alterarse, sabiendo esperar, aunque sea pesado o minucioso. Lo contrario es atolondramiento.
59.   Palabra de honor. Demostrando que el si es si y él no es no en las acciones, testimonios, promesas u ofertas. Lo contrario es engañar o decepcionar.
60.   Perdón. Sabiéndolo otorgar aunque duela, si previamente ha habido una razonable petición e intención de restitución. Lo contrario es castigo, venganza o represalia.
61.   Perfección. Intentando continuamente hacer lo mejor posible las cosas, con superación y eficacia. Algunas veces pudiera ser enemiga de lo mejor. Lo contrario es fealdad o “yavalismo”
62.   Perseverancia. Intentando mantenerse constante en una actitud u opinión que se ha comenzado. Lo contrario es abandono o inconstancia.
63.   Prever. Intentado ver con anticipación lo que posiblemente pueda suceder, estudiando las señales, indicios, estadísticas, etc. y poder así tomar las correspondientes medidas. Lo contrario es despreocupación o desconocimiento.
64.   Prójimo. Considerando al colaborador, cliente y proveedor con solidaridad humana. El mercado es la suma de muchos prójimos, a los que hay que tratar como si fuera uno mismo. Lo contrario es distante o desconocido.
65.   Prudencia. Para discernir y distinguir lo que es bueno o malo, y así poder seguirlo o huirlo. Está relacionada con la templanza, la cautela y la moderación. Lo contrario es desenfreno.
66.   Puntualidad. Teniendo en cuenta que el tiempo es oro, armonía familiar y social, para uno mismo y para los demás. Nadie tiene derecho a robar impunemente el tiempo ajeno. Lo contrario es informalidad, abuso, desconsideración.
67.   Rectitud. Haciendo y diciendo las cosas con justicia, exactitud, razón, justificación y conocimiento. Lo contrario es arbitrariedad, parcialidad o desequilibrio.
68.   Reflexión. Para poder tomar más sabiamente las decisiones y para persuadir o convencer a los colaboradores, clientes y proveedores. Lo contrario es negligencia.
69.   Religión. Su trato frecuente con Dios y la conciencia de que lo que hace debe servir para la eternidad, pondrá a las demás virtudes en su sitio.
70.   Respeto. Haciendo todos los negocios y manteniendo las relaciones personales con miramiento, consideración y deferencia. Lo contrario es insolencia o descortesía.
71.   Responsabilidad. Asumiéndola en las duras y en la maduras, principalmente en las acciones realizadas voluntariamente, aunque hayan salido mal. Lo contrario es inmadurez, imprudencia o insensatez.
72.   Sabiduría. Intentando alcanzarla a través del estudio, que profundice en el conocimiento necesario, lo que le permitirá realizar los negocios de forma prudente. Lo contrario es ignorancia, desconocimiento o ineptitud.
73.   Sacrificio. No huir de la abnegación que pueda suponer el esfuerzo que demanda el negocio, incluso pensando en la recompensa por el trabajo bien hecho. Lo contrario es comodidad.
74.   Salud. Intentando mantenerse en perfectas condiciones físicas, mentales y espirituales, para poder realizar con plenitud todas las tareas necesarias para el negocio. Lo contrario es desarreglo, desorden o ruina.
75.   Secreto. Sabiendo conservar, reservar y ocultar, cuidadosamente y con sigilo, los conocimientos relacionados con el negocio. Lo contrario es imprudencia, descuido o locuacidad.
76.   Sencillez. Intentar hacer los negocios de forma natural, sin ostentación, doblez, ni engaños. Evitando la ostentación y los adornos. Lo contrario es soberbia o exageración.
77.   Sensatez. Haciendo las cosas con prudencia y buen juicio, siempre de acuerdo con las normas, usos y costumbres del negocio, para no poner en riesgo el patrimonio, ni a los empleados, proveedores y clientes. Lo contrario es irreflexión, dislate o candor.
78.   Seriedad. Demostrándola de forma real y sincera, en la forma de proceder en todas las acciones del negocio, sin que haya engaños, burlas o dobleces. Lo contrario es irresponsabilidad, ligereza o frivolidad.
79.   Servicio. Entendiendo que es una de las características, que más aprecian los empleados y clientes y que puede definir el ser o no ser del negocio. Lo contrario es desamparo, desidia o indolencia.
80.   Sinceridad. Expresándose con sencillez y verdad, sin fingir en lo que se dice o se hace. La verdad hace libre al empresario, no las medio verdades o medio mentiras. Lo contrario es hipocresía, doblez o malicia.
81.   Solidaridad. Sabiendo aplicar esta variante de la caridad, en las inquietudes o problemas de los empleados, clientes y proveedores. Hoy por ti, mañana por mí. Lo contrario es egoísmo o indiferencia.
82.   Sufrimiento. Llevando con paciencia, conformidad y tolerancia, los malos momentos del negocio, pero sin desviarse por ellos de los objetivos propuestos, pues siempre habrá momentos que hay que superar. Lo contrario es insolencia o intransigencia.
83.   Templanza. Moderando los apetitos y el mal uso de los sentidos, sujetándolos a la razón con sobriedad y continencia. Lo contrario es desenfreno, exceso o abuso.
84.   Tiempo. Buscando un equilibrio entre el dedicado a la familia, al negocio, al esparcimiento y a la formación profesional y religiosa. Todos tenemos 24 horas y las podemos administrar. Lo contrario es descontrol o egoísmo.
85.   Tolerancia. Respetando y sufriendo con paciencia las ideas, creencias u opiniones de los empleados, aunque sean diferentes o contrarias a las propias. Lo contrario es tiranía, intransigencia o terquedad.
86.   Trabajo. Procurando dignificarlo religiosa y socialmente, en beneficio propio y de los empleados. Lo contrario es holgazanear o vaguear.
87.   Trato. Procurando el buen comportamiento con los empleados, clientes y proveedores, demostrando una buena educación. Lo contrario es hostilidad o brusquedad.
88.   Valor. Demostrando mucha entereza de ánimo, para cumplir los deberes con los empleados, clientes y proveedores, sin arredrarse por asumir los riesgos bien estudiados. Lo contrario es cobardía, timidez o temor.
89.   Verdad. Mantener siempre lo que se dice, siente o piensa, aunque cueste disgustos. Lo contrario es mentira, falacia o engaño.
90.   Vergüenza. Tener el pundonor de reconocer, interna o externamente por las faltas cometidas, o por acciones deshonrosas, propias o ajenas. Lo contrario es descaro, impudor o cinismo.
91.   Voluntad. Ejercitar el libre albedrío, para decidir la propia conducta, sin dejarse presionar por las circunstancias o por terceros. Lo contrario es indiferencia, debilidad o desgana.
La disciplina, con la confianza puesta sólo en Dios, es la virtud que elegiría sin lugar a dudas, como la más importante para el empresario. Cuando esta virtud no está fuertemente cimentada, será imposible edificar sobre ella las otras virtudes y valores humanos, imprescindibles para su éxito. Si está bien asentada, será la virtud en la que se puedan sustentar casi todas las otras, indispensables para ser un buen empresario.
Autor: Escuela para padres
Fuente: micumbre.com
Publicado el 12 de Septiembre del 2010

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Teniendo en cuenta la premisa adoptada en el presente informe, la participación legal en las utilidades pagada a los trabajadores en el ejercicio posterior al de su generación, luego de la presentación de una declaración rectificatoria del impuesto a la renta que aumenta su importe, constituye gasto deducible para la determinación de la renta neta de tercera categoría del ejercicio en que se pagó dicha participación.

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